Aquella mañana, sorpresivamente llegó su padre. Rafael ya recuperado del principio del exilio, con casa propia gracias a un crédito, era uno de los más destacados supervisores de seguros de México, en Seguros la Comercial..” Rafael tengo información de que tan a echar del Banco y de la Universidad”. Mientras degustaban el café de Coatepec en las oficinas del Banco que había impresionado a su padre, el le dijo: ” Tengo esta información(seguramente proveniente de la compañía muy ligado al capital y a la IGlesia). Yo sólo te informo, tú tendrás que tomar la decisión “.
Cuando quedó sólo, le pidió a Elsa aquella morena tan atractiva que era su secretaria, con quien tuvo a los 27 años su primera relación estable, que no le pasara llamadas. Y, en la soledad de su despacho, pensó. No mucho. MIró, recuerda) a sus manos, y se dijo: “Entre los intereses y los principios, primero los principios, con estas manos me ganaré la vida donde quiera”, y se involucró mas en la lucha, ya habiendo terminado la carrera con 9.8. y siendo maestro.
El día que renunció en 1970, se le acercó un gran amigo que fallecería pronto del corazón a los 35 años, Antonio Lera, : ” Rafael, lo tienes todo. Un buen trabajo, un futuro, ¿por que lo dejas ? “
Pues así fué. De nuevo a los 30 años dejó todo y empezó de cero. Había que construir el partido que el país demandaba tras la brutal represió de Tlatelolco.Elsa, inolvidable, le preparó una despedida donde casi 600 personas, desde el Director General al último policía, pagaron 50 pesos para la comida”. Rafael nunca olvidaría aquel detalle de Elsa.
Contento, el Presidente del Consejo Carlos Abedrop Dávila, veía con satisfacción que se fuera aquel “bicho peligroso”, sin saber que Rafael había compartido con él, a Leticia su secretaria personal y su amante.
Un dia ese año había habido un terremoto en Perú y Rafael, por supuesto, había organizado el Comite Mexicano de Solidaridad con el Perú, donde preparó un concierto en Bellas Artes, con la Orquesta Sinfónica Nacional y Herrera De la Fuente su director titular.El ya no estaba en el banco, pero le avisan que el embajador de Perú, iba a la Universidad a dar las gracias. Se preparó el salón principal, con el rector al frente y cuando aquel hombre de unos 50 años, corpulento, amplio bigote. Al recibirlo Rafael hizo una alabanza a la Revolución Peruana que encabezaba el general Velasco Alvarado, que viendo las caras de los jesuitas, pensó que se quizás se estaría pasando.·El Vicerrector Migoya, asturiano que había vivido la Revolución de octubre, pensaba ” como se nos metió aquí el nieto de Belarmino”.
Benavides respondió: ” Cuando yo venía hacia aquí pensé que esta era una universidad privada como todas y me encuentro con una universidad que apoya a la Revolución…….” y por ahí se fué.
De ahí se iniciaría una magnífica amistad por años, y que daría pasos hacia la integración del Partido. Un día me dice, ¿me acompañas a Lecumberri, tengo que hacer unos trámites?”. Al llegar, escucha dentro del penal: “ahí está Fernandez”. Al que había sido un lider de medio pelo, no los había visitado a los dirigentes presos del Movimiento Estudiantil, por que pensaba que nadie se acordaría de él. Al contrario lo felicitaban por que estando fuera era el único que hacía declaraciones a favor.
Y aquel día empezaron 52 domingos de visitarlos en Lecumberri, los domingos, comer con ellos, desde el jamón serrano de Jaime Goded, pero sobre todo a Heberto Castillo.Heberto, ingeniero famoso creador de la Tridilosa a nivel mundial y su muy grata familia, fueron motivos de siempre lo visitara y comiese con ellos.A tal grado, que al día siguiente de salir de Lecumberri, el primer mitin que hizo fue en….la Ibero, organizado por “el tal Fernández “.
De pronto, terminó siendo casi su secretario personal a involucrarse en el CNAO(Comite Nacional de Auscultación y Organización) para la formación de un nuevo partido.
Con su prestigio, atrajo a líderes sindicales, como Demetrio Vallejo, lider ferrocarrilero, que había estado en la cárcel 10 años y que, recordaba Rafael, en cada manifestaciòn se escuchaba ” LIbertad a Vallejo ya en libertad a Carlos Fuentes, a Octavio Paz y una tarde me pide que organice en su casa una conferencia de prensa internacional para presentar el proyecto.
En aquella reunión estuvo Heberto, Octavio Paz, Demetrio Vallejo, Carlos Fuentes, Tomas Cabeza de Vaca y el nieto de Belarmino.
Recibiendolos en la puerta, le pedimos a un compañero llamado Jorge Sánchez, luchador de 68, y nieto de un lider campesino de Veracruz, que estuvo regulando la entrada, cuando veo llegar en un taxi a Carlos Fuente, el que faltaba. Pero, no llegaba sólo, si no venía acompañado de Romy Schneider la actriz que más atraía a millones, entre ellos a Rafael. Fuentes, del brazo con aquella mujer austriaca, le preguntó a Jorge Sanchez, si podía entrar. Jorge que no tenía ni idea del cine, le dijo” ella no puede”, siendo quizás, sin saberlo, el único hombre que le dijo no a aquella inolvidable mujer.Le pedí a un amigo gallego que la llevase al Maria Isabel donde terminaron tomando las copas en el Trío Los Calaveras.
Pasaría un año antes que la gran represión del Jueves de Corpus(hay un capitulo especial, de por que Rafael considera, que ante el ataque armado de los Halcones, el organizador de la marcha, atrapado en el Rubén Leñero, pensaba que ese 10 de junio de 1971, terminaba su vida).
A raíz de ellos, una noche, en el Auditorio de Ciencias de la UNAM, entraba, recién salido de la cárcel el principal lider estudiantil del país, Rafael Aguilar Talamantes, quien observaba a “un guerito,” sudoroso, abucheado por todos pero que para él era el que tenía la razón.
Recién terminado, todavía sudoroso, un hombre alto , robusto de su misma edad, pelo rizado y moreno, se le acerca a Rafael y le dice: ¿Puedo hablar contigo?. La respuesta fue de no querer saber nada, hasta que Salvador Martínez de la Roca, el Pino, le dice:” Es Talamantes, maestro, es Talamantes”.
Y ahí se conocieron y salieron caminando aquella noche por los espléndidos jardines de Ciudad Universitaria a tomar su autobús..
A los dos días, Heberto,Talamantes,invitados por Rafael, compartían el desayuno en el jardín de Vértiz, la casa de los padres, donde estaría 3 años más tarde desayunando Felipe González, tras el Congreso de Suresnes y en 20 años después comiendo Cuauhtémoc Cárdenas en el Proyecto Morado por ganizado por Rafael.
Del esfuerzo entre Heberto, Talamantes y Rafael surgieron dos partidos. El PST de Talamantes, Fernandez y 6 compañeros más y Heberto el PMT, con registro dos meses más tarde.
Y ahí a los 31 años, se iniciaría otra etapa de su vida.