“El patriarca vivió sus últimos años en casa de su mujer, con quien no se hablaba. Lo perdieron todo, también la familia y parte de sus hijos aún tienen cuentas pendientes con la justicia.”(LC).
Ese fue el final de aquella acción donde el Opus Dei, negocio con Felipe González y la Iglesia Católica, para que todo lo acumulado en manos de la “abejita” durante el franquismo, (18 bancos y las 400 empresas) se repartiera entre empresas, entre ellas bancos poderosos como Santander.El Opus que lo usó, la quitó el piso, y se inició, una parte más de la picaresca de nuestro país.
El Opus, nos deleitó con aquel personaje, su esposa, sus hijos, sus personajes.A ellos se lo debemos.
Sin familia, sin mansión y bajo la lucha de la justicia están los restos de aquel personaje, único en la España reciente.
Se cumplen 40 años de la expropiación de Rumasa y de sus propietarios,una de las familias con mayor fortuna de España, de la que apenas queda el recuerdo.La viuda vive con una hija en un piso pequeño y los hijos varones aún tienen cuentas pendientes con la justicia.