Hace un momento fui informado que ayer murió Víctor Manuel, tu querido hijo”EL PIN”. Cuando falleciste de aquella embolia fulminante en noviembre de 1990 mientras te preparabas para ir al Congreso del Partido, al día siguiente todos sabían de tu fallecimiento, pero desde la calle, tras su féretro, volteaba a ver tu cuarto, pensando como se te iba tu hijo querido sin que pudieran despedirse y él sin saber que pasaba en la calle cerrada.
Cuanto recuerdo el cariño con que recibiste en Vértiz a tu cuarto hijo, pienso que por el deseo de Rafael de tener, por fin una hija.Recuerdo tan bien, como a los 3 o 4 meses de nacido en 1993, observaste una irregularidad al notar un ataque epiléptico en tu hijo, como fueron al Sanatorio Español y como nos informaron que “por un problema de fórceps” que tenía una lesión cerebral, y que no reconocería, ni hablaría, ni caminaría nunca en la vida.Que golpazo….Tras haber vivido la guerra luchando, tras perder a tu primer hijo en Los Pirineos a los 20 días de nacido, y, por primera vez en tu casa propia, tuviste esa noticia.
Seguiste siendo esposa, madre, socialista, luchadora en favor de las mujeres, pero tu vida giraba alrededor de Victor Manuel, a quien Mary tu gran amiga le puso EL PIN.
No sólo era que no conociera, que no hablase, que no caminaba, sino lo peor eran los rayos que le caían al pobre varios veces al día, en su cabeza en aquellos ataques epilépticos y su grito desgarrante.
No puedo olvidarlo como a los 36 años, te quitaron los 2 pechos en el Sanatorio Español, para evitar que aquellos bultos de la cabecita del PIN sobre tus pechos fueran cancerosos.Cuarenta años sin pechos y con la vida que te había tocado y tuvo que venir aquel coagulo tan poderoso, que te llevó a la “muerte dulce”. En 5 segundos te fuiste.
Toda tu vida giró hasta que regresaste en 1976 a Oviedo para colaborar con el partido como les pidió Felipe González, ni un momento dejaste de estar a su lado, darle de comer, limpiarlo, que se le cortase el pelo, que no le faltase nada y que estuviera en la mesa de la comida con todos nosotros.
Cuando regresaste a España, donde fuiste muy feliz hasta aquella caída por las escaleras en un acto, de cuyo hematoma surgió el coágulo ,el único, que pudo contigo. Ni la aviación alemana, ni el fascismo, ni la experiencia en los Pirineos, ni tu segundo exilio(el primero había sido en 1917 cuando Franco iba tras tu padre y todos los revolucionarios, vivos o muertos, donde naciste en Teruel ). a México, ni el tercero al regreso ante la muerte de Franco a Oviedo.
Recuerdo tan bien, como no te podías dormrir hasta la 1 de la madrugada, con tu pequeño radio escuchando a RNE, por que a esa hora sagrada había que darle la medicación al Pin.A los siete de la mañana estabas en pie para preparar el café a tu marido y a ti. Leías el periódico, luego aseabas al hijo, hasta que lo dejabas sentado en la silla donde él pasaría sólo el resto del día,en medio comida. A media mañana ibas al partido primero, y luego al Ayuntamiento de Oviedo, donde, como concejal de Atención Ciudadana atendiste a más de 30,000 personas. De ahí la salida con las compañeras al Niza, a tomarte aquel “blanco caliente” y volvía as a casa a estar con el PIN.
Un día hiciste irreversible el viaje, se quejaba a veces tu marido. Tomaste el avión, cruzaste el charco, llegaste a Vértiz, y con todo preparado por Carlos tu hijo, volviste al aeropuerto de ciudad de México, pero ya con tu hijo contigo, lo llevaste con Carlos hasta la Sala 24, la mas lejana, donde en los 4 asientos comprados para que el durmiera en el viaje con la ayuda de nuestro doctor, tu hijo Carlos, cruzaste de nuevo el charco, en el aeropuerto estaba la ambulancia que los llevó a Oviedo.
En menos de 48 horas, el Pin ya estaba durmiendo en Oviedo.
Y el ambiente y el cariño que sólo una madre como tu, UNA MADRE CORAJE, hicieron posible hasta tu muerte el estar junto a él.
Paloma y Acacia, en lugar de una fiesta quisieron un viaje a Asturias, y en el precioso parque que lleva tu nombre, podría decirse que tus nietas bailaron su vals con su padre en el parque de la abuelita Puri.
Pero algo oscureció esa etapa familiar en Asturias. Un día, a petición del gerente del BBVA, tu marido contrató a la hija, que creo había quedado plantada en plena boda, y tu marido poco a poco fue metiéndola en la vida diaria de la casa.
Avelino Cadavieco, el gran amigo de tu marido, perdió la amistad por sugerirle a su amigo de la infancia, que era notoria la relación de él con esa mujer y que Pura no se lo merecía.
El día de tu funeral, se decidió que fuese en las oficinas de la Unión de Comunidades Asturianas( algo así), y no en la Casa del Pueblo como sería tu voluntad, pero ni los hijos ni los hermanos teníamos autoridad para cambiar la decisión de tu marido..
Por supuesto no bajó para nada, ante los mas de mil personas que tenían menos de 2 minutos para pasar por tu ataúd, envió a las secretarías a que lo organizaron.
Como te consta, desde Yucatán y por mas de 15 años, los llamaba a la hora de la comida. 5 minutos bastaban para saber el estado de ánimo, su economía y la comida del día.
Tras tu fallecimiento, en dos visitas, me dijo que el “arzobispo” le había sugerido que se casase. Y domingo hablaba y hablaba, hasta que 6 meses después de mi visita, le dije: ¿ Oye y aquello de la boda?.
“No si ya me casé hace tres meses con Belén”, aquella mujer que enturbió tus últimos años de vida..12 llamadas dominicales y fué incapaz de informarme que se había casado. En cuanto tu morías se acabó la “familia Fernández Tomás.
Hace 17 años regresé a Asturias, donde soy muy feliz, con tus nietas, casadas y dos bisnietos viviendo en Cancún.Un día recién llegado, sin pedir nada a nadie, y no tocar mis apellidos el Estado del Bienestar me arropó y en una conversación telefónica me soltó ( ” Estoy no es Vértiz, no hay domingos, ni quiero verte por aquí, es más, ¡¡NO QUIERO VERTE JAMÁS !!..
Casi 20 años sin poder ver al PIN, y tuve, a su muerte, que acudir a un juez para poder verlo, y la nueva señora Fernández, decidió darme 30 minutos a la semana de 11.a 11.30 hs para entrar ,y estar los 30 minutos en su recamara.
Cuando falleció mi padre, se me avisó, y nunca supe si el hombre que estaba siendo velando era mi padre o no y al día siguiente en el entierro privado, con 10 personas de su familia, de pronto,casi me avienta una bolsa de plástico: ” Ahí está tu padre” y luego derrama aquellas cenizas en tu tumba.
Jorge y yo, renunciamos a la Legítima(como establece la ley que no conocíamos ), para que ayudara a que hubiera recursos para que el PIN.
Hace media hora recibo un telefonazo: “Soy Belen Tordesilla, para informarle que anoche murió su hermano”. ¡¡Gracias y colgué !!!.
Como por fortuna no lo supiste y no tuviste el dolor 2 meses, en 1991, el cáncer en el pulmón acabo con la vida de Carlos a los 50 años.
Y desgraciadamente, terminó informándote, que el 1 de enero de este 2023, murió Jorge de un infarto en ciudad de México.
Yo tengo 83 y bien mis hijas y nietos en Cancun, llevó 17 años muy feliz en esta tierra de quien tanto me hablabas: Asturias.
Seguramente, hoy en la noche, esa señora, depositará los restos del PIN, donde volverá a estar junto a su inolvidable madre y tu con tu inolvidable PIN.