La ley de Sucesión que dictó Franco en 1947, cerraba el camino a Don Juan, y se lo abría a dos primos: Juan Carlos I y Alfonso. Ese hecho tuvo mucho que ver con la decisión de Adolfo Suárez director en 1972 de RTVE de no trasmitir la boda de la hija del Marqués de Villaverde, Carmen, la nieta del dictador, con Alfonso de Borbón y de cómo manipuló la vida y muerte del Caudillo, aquel personaje de la picaresca española el Marqués Martínez Bordiu.

Juan Carlos ya en los dos meses finales de la vida de Franco, no firmó el documento que le llevaba Arias Navarro, para que fuera “interino” mientras viviera Franco. Bien orientado por Torcuato Fernández de Miranda, Juan Carlos no firmó ser el sucesor hasta la muerte definitiva del personaje de Coruña.En la soledad de la recámara del hospital, donde era y dueño el famoso Marqués, trató varias veces de que Franco firmara lo que era hasta el deseo de Carmen Polo: que fuera su yerno Alfonso de Borbón el sucesor. Así se continuaría el franquismo con la monarquía.

Pero Juan Carlos siempre supo que su único obstáculo era Alfonso, por eso rechazó lo de “interino”.Ganó la partida y el 22 de noviembre de 1975 era nombrado Jefe del Estado. Años más tarde, se encargaría del primo en aquel accidente de ski en Colorado,  donde Alfonso saldría degollado.

Mientras eso pasaba en Madrid, y las cañerías del franquismo con las orientaciones de Estados Unidos y Alemania, iban sembrando en lo que se llamaría la transición, “cambiar todo, para que todo quedase igual”, como tan bien explicado estaba en el Gatopardo, Rafael llegaba, por fin, fuera de la contaminación a Mérida Yucatán, con su esposa y sus hijas.

Mérida era una singular y bella ciudad colonial, a 40 kms  tierra  adentro de de aquel mar, donde se ubicaba la ciudad de Progreso, donde años más tarde él sabría que por ahí habían pasado  Belarmino, Severina, Agripino, Rafael y Pura y en el vientre de ella, el autor.

Cosas de la vida regresaba a los 44 años, a la primera tierra donde sus antepasados habían pisado México, antes de llegar a Veracruz, porque Progreso era el enlace entre La Habana y Veracruz.

Ciudad Blanca la llamaban. Construida alrededor de la Plaza principal donde estaba la Catedral y el Palacio de gobierno,como todas las capitales de la colonia, fue diseñada entre calles de norte a sur, con números pares, y del este al oeste con números impares. Ninguna construcción cuando ellos llegaron tenía más que la planta baja y una parte con un primer piso. Todas las construcciones eran blancas, como blancas serían  guayaberas y blancos los hipiles diarios de  las mujeres mayas.

La hermana de Lisbeth, con un padre bueno, pero débil, pensó en Rafael, como el hombre que podría ayudar a la familia con William el hombre que padecía esquizofrenia, y Yoli, una gran mujer siempre dada a ayudar a todos, les había ofrecido en un fraccionamiento donde se construían  casas de interés social, juntar dos, una como Casa y la otra como Piscina. Cada una de ellas tenían 270 metros cuadrados.,por ello Rafael que nunca había tenido piscina en ciudad de México, sólo para las élites, se encontró en aquel 1984, con su casa propia, la primera que tenía, y con una preciosa piscina,  de 10 por 5 metros, con filtro, a un costado de aquella palmera, y en la casa dormían suculentamente sus hijas y empezaba la familia.

Al llevarlas al mar a una pòblación costera, muy próxima a Progreso llamada Chicxulub Puerto, y meterlas a las 2, Paloma y Acacia, sobre sus hombros,donde a los 3 minutos el agua del mar ya las había dormido,Rafael no sabía que estaban nadando sobre el meteorito que hace 5 millones de años acabó con los dinosaurios. Allí abajo estaba. Años más tarde, expertos norteamericanos y rusos, midieron a aquel meteorito: 12 por 4 KILÓMETROS.

La vida cambió, la calma serenó el activismo y las costumbres de las mecedoras para salir, después de comer a la calle, a conversar con la familia o los vecinos, o como el suegro inolvidable de Rafael, Don William, se sentaba al atardecer a escuchar, la radio a un lado los partidos de béisbol  el gran deporte para los yucatecos.

En México, en la última comida en Vértiz a los 200 principales amigos, con una gran comida preparada por Lisbeth, con música  veracruzana y la gaita del Centro Asturiano, que culminaría con 25 cenas de despedida, sus amigas le decían a Lisbeth, sobre ese cambio. ” Todo va a depender de como Rafa, resista el calor y los mosquitos”.

Y, para sorpresa, a las dos de la tarde, Rafael, en su camioneta Renault, iba en el calor más intenso, apagando el ventilador, cerrando las ventanas, a comprar los diarios nacionales, y empepados le decía a su esposa: ” Amor, ¡¡que ciudad!! hasta sauna gratis” que lIsbeth no comprendía. Dado que el calor no le afectó a ninguno de los 4 y los mosquitos, Rafael no les gustaba, hicieron la estancia de más de 15 años inolvidable.

Recuerda de aquella ocasión, dos frases de un conocido: ¿La mejor cerveza?. “La primera bien helada” y luego sobre la piscina “amo a quien servir”. En la noche antes de acostarse el nieto de Belarmino, cuidadosamente depositaba por las orillas el cloro y el ácido clorhídrico y ponía la bomba a funcionar en la noche.En la mañana, a las 6 de la mañana la familia ya sabía que el padre, amante siempre de la música empezaba el día

Y así, empezó la vida de la familia, mientras la familia de origen ya vivía en Oviedo y él ya había llevado los restos de Belarmino y Severina.

El Eros y el Tánatos ya estaban controlados y serían los genes de Belarmino lo que lo llevarían a realizar 30 años en la península, lo que parecía difícil, al empezar de nuevo. La Coraza Caracterológica, lo acompañaría toda la vida, pero

Surgieron los MAYAS y su vida se enriquecería de una forma que no esperaba, pero también a los nuevos amos: la CASTA DIVINA DEL HENEQUÉN Y LOS SIRIO LIBANESES  de quien hablaremos posteriormente.