Para el hombre más rico del mundo, invertir para que el agua llegue a Nuevo León, es pecata minuta. Por ello, en la videoconferencia de hoy entre Elon Musk y López Obrador,el primero resolvió el problema del agua, el presidente quedó muy satisfecho por los miles de millones de dólares que invertirá Tesla en México, y el gobernador del Estado acaba de dar las gracias a los dos, en medio de su euforia, legítima.
Una cosa es que en el norte de México se instalen la General Motors, la Ford, la Volkswagen, entre otras, y otra lo es que lo haga TESLA, que pretende convertir en un ecosistema de la producción de los autos eléctricos, con el Litio y la la energía solar de México y los microchips de Arizona, y un mercado del tamaño de los Estados Unidos y toda América Latina.