Hay pueblos y pueblos. Si uno ha destacado a lo largo de la historia fué el que logró la Revolución Francesa, base de los estados modernos. En efecto hablamos del pueblo francés. Allí hay sindicatos de lucha, mujeres y hombres, jóvenes y jubilados dispuestos a que nadie pase por encima de sus derechos.
Francia lleva muchos meses en las calles en plan de protesta, pero la decisión de la modificación de dos años en las jubilaciones sin su consenso, los llevado, anoche por ejemplo, a que el país y sobre todo París ardiese, en el sentido literal.
Pero Macrón, que no tiene los tamaños, se enfrentó a los poderosos sindicatos, a las calles y por Decreto promulgó la reforma de las pensiones.
A las 3 de la tarde, el Parlamento recibió una Moción de Censura en contra del Primer Ministro y hoy arderá Francia, con más intensidad y no tenemos duda que este es el fin del gobierno de Emmanuel Macron, y de su propia carrera política.
De nada le sirvió el reanudar 5 años después, tras el Brexit, la Cumbre Franco-Británica, ni que ambos sean el garante militar de Europa, al ser los únicos países con armas nucleares del continente.
De nada habrá servido el viaje de Sunak, ni Xi Jinping estará pensando en hablar con él para resolver el problema de Ucrania.