Cuando tuvo que tomar la decisión, a pesar de la filtración un día antes de Luis de Guindos que bancos pequeños o medianos europeos tendrían problemas, la señora Lagarde optó por enfrentar lo que considera el problema principal: la inflación, y aumentó a 3.5 % el costo del dinero.Por supuesto ofreció todo el apoyo del BCE para dar liquidez a los bancos que lo necesiten.
Se espera una inflación del 5.4 % para 2023, lo que pegará a los hogares y a los gobiernos que tienen deuda superior a su PIB, como es el caso de España.
Ayer, en los EE:UU. varios bancos tuvieron que unirse para salvar al Bank of California.