De un lado de la cancha, con la pelota en sus manos observa en Lanzarote, cual sereno y elegante ciudadano, los movimientos desesperados del resto de los actores: la derecha económica, mediatica y política; los nacionalistas que piden precio(salvo Bildu) a sus escasos y decisivos votos como desde hace 40 años.
Él sabe que la Mesa del Congreso el jueves mostrará la mayoría progresista y que,con ello, garantizará gobernar desde otoño por cuatro años más a España. En el inter, mueve una ficha, clave: Nadia Calviño, que de ser Directora del Banco Europeo de Inversiones, será de gran apoyo para nuestro país en los próximos años.
Felipe VI y la reina Leticia, tranquilos saben que ese proceso los consolidará en la Monarquía Parlamentaria, que hoy por hoy, no es materia de discusión en España; Feijóo, ni siquiera empezó con sus clases de inglés y ene unos meses estará en su terruño; ante el vacío que se producirá en el PP, la lucha será entre Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso, y VOX, clara la película, aprovechará sus avances en las autonomías en todo el atraso de su negacionismo, mientras que el núcleo duro, con El Yunque dentro, hará lo que hacen los yihadistas mientras no operan: “ser durmientes”, impotentes ante la posible continuidad de la política de El Vaticano, que tanto odian ,ellos, preconciliares.”.
Cuatro años en La Moncloa, con los Presupuestos y el BOE y el talento de Sanchez y Yolanda Díaz, dan para mucho en la modernización, tan necesaria, de España.