Gerardo de 76 años era un residente , entre los 80, que vivimos en Apartamntos Gijón del ERA.. Marinero toda la vida, delgado rocoso, noble, supe de él por que fue el que se ofreció a llevarme a JOVE tras un viaje a México unos enseres. Más tarde, iría yo muchas veces a llevarle las suyas, tras de entrar y salir, entrar y salir de Jove.
Enfermo de todo dentro, nunca lo supimos, de que, ni le preguntamos, pero su vida era entre médicos durante dos años, de Urgencias de La Calzada, a Jove, hospitalizado,de regreso a los apartamentos, hasta que hace un año, resultó que necesitaba oxigeno para vivir. Con el tanque en su recamara, un día se le estropeo la televisión y de inmediato le deja una que tenía y no usaba. Y así meses. Vivía del oxigeno puesto el 90 % en su habitación, y aparecía todos los días, delgado, débil, mientras yo escribía en el ordenados que tenemos en una sala. Iba a la calle, a vivir ese 10 % sin oxigeno, e iba a tomar sus cervezas, y hacer sus compras. Muchas veces, le fui a la farmacia, o a comprarle sus cosas, pero fueron las menos.
¿ Y Gerardo?, Esta ingresado me decían y allí pasaba una semana. Los medico hace un año, le habían advertido que podía quedarle un día de vida, el mandaba” al carajo” al médico, salia y seguía con su rutina.”Maestro le decía a diario, paras animarlo: “Vas a llegar al Mundial”.
Lo llamaban sus amigos ” Emiliano” por Zapata, así me contó y seguía como el güisqui. Familia, visitas, ninguna y el seguía meses con el mismo método. Pocas veces he visto a alguien con tantas ganas de vivir, con ese 10% sin oxigeno con el que podía vivir. Y pasaban los meses, Jove, su apartamento, sus “chelas”, su generosidad queriendo pagarme el transporte a Jove, que yo lo hacía a pie, subiendo aquellas enormes escaleronas, como ejercicio.
Hace varios meses, me informan que se iba Gerardo, y que bajase a ubicar mi modesta televisión. Ese día la familia lo visitó y se llevo todo, y no pude despedirme. Se fue a la Mixta, desapareció de la vida diaria, lo extrañamos cada día mientras hacíamos los blogs, hasta que hoy, me dice Covadonga, ” Murió Gerardo”, sabedor de mi estima en las buenas y en las malas.
Nunca asisto a un funeral en Asturias, pero hoy al de Gerardo, ” Don Emiliano”, amigo iré a Cabueñes.