Una salida, aplaudida por todo el mundo, sería que el pueblo israelita, viendo los graves errores de su primer ministros, lo tiraran en unas elecciones. Netanyahu, lo mantenemos que estaba a punto de caer por las acusaciones de corrupción, armó todo el proceso que no sólo ha costado 30,000 muertes y decenas de miles de heridos, sino que ha hecho retroceder años a lo que habían logrado los judíos en 75 años.
Esta maniobra, sólo se puede explicar, deseando, con cualquier pretexto ,que llegue Trump a la Casa Blanca, si llega.
Tan es así que los servicios de inteligencia norteamericanos, los que había alertado los de Israel, lo que preparaba Hamás, hoy dudan de la viabilidad de que Netanyahu, continúe como lider de Israel.