Faltan varias horas por el cambio de horario, para que la familia Biden se reúna en su casa a tomar, quizás una de las decisiones más difíciles de su vida, de por si difícil por todo lo ocurrido en su entorno. Hoy lo que se decida en esa casa, y sobre todo lo que logre Jil, dependerá el futuro en Moscú, en Bruselas, en Pekin, en Nigeria, en México y en Taiwan.
LO sabremos en la noche. Estados Unidos, expectante, sobre todo Trump, los dueños del gran capital y toda la sociedad.