Se equiva Israel. Ayer en las calles festejaron la muerte de Sinwar con fuegos artificiales, sin darse cuenta que cada día, esas acciones, crean nuevos enemigos que irán, más tarde que temprano contra ellos. Máxime, como le sucedió a Sinwar que no quería morir de coronavirus, sino en plena lucha contra Israel , máximo honra para un musulmán en la Yihad.(100 vírgenes y un mundo de leche y miel) y además asegurar el futuro de su familia.
El 7 de octubre tomaron a 251 rehenes. Han matado a 45,000, heridos a más de 100,000m, destrozadas las casa y hospitales, pero sólo han podido recuperar a 158 de ellos. 97 siguen en manos de Hamas(57 muertos), y sin la presencia de Sinwair no hay que pueda evitar que acaben con todos ellos, como respuesta.