Cinco días  nada más para el 5 de noviembre del 2024, fecha que podrá marcar una historia. Las elecciones de los Estados Unidos serán particularmente históricas porque se dan en pleno proceso del cambio de mundo unipolar al multipolar..

Encuestas ajustadisimas, en donde uno de los dos candidatos puede, desde ahora, negarse a reconocer su derrota; en un país que no es Venezuela, ni Georgia, sino la máximo potencia económica y militar de la historia del hombre, ni más ni menos, reiteramos, de la HISTORIA DEL HOMBRE.

Más de 50 millones ya han votado, y las campañas se vuelven cada día más extensas, agrias. Se juega el poder de las elites, y de la división que existe desde hace más de siglo y medio en aquel país, donde, no olvidemos en los 1800, hubo un golpe de Estado contra el sistema.

No es casual, el ensayo de ayer de Rusia de todo su arsenal atómico. La Unión Europea tiembla por la posibilidad de que su estructura se rompa con el ascenso de la extrema derecha.

No es casual, la alianza Rusia, Corea del Norte y China, sabedores que de triunfar Trump, se va a lanzar contra China, y que por supuesto, este país que llevaba milenios de existencia, cuando surge, el pais que en dos siglos llegó a la tecnología sin pasar por la cultura no van a ser pieza facil.

Para China y Rusia, el futuro les favorece, pero no así con un animal herido como son los Estados Unidos.

Dentro de las encuestas, sintetizando, los hombres van con Trump, y las mujeres con Kamala.

Con visión de futuro, hay una mujer negra, que podría ser clave en el futuro, pero que entiende los tiempos: Michelle Obama.