Dos visitas hizo el poeta extremeño a Asturias en 1934 y 1937 que lo conmovieron.Exiliado, Pedro Garfias terminó en Culiacán Sinaloa.Un día, en ciudad de México, frecuentaba el restaurante el Horreo, uno de cuyos socios era el hijo de Belarmino, y le entregó un poema sacado del corazón: “ASTURIAS, SI YO PUDIERA “.En una comida que les dimos allí a Victor Manuel y Ana Belen, amigos, Urcesino le pidió a Luis Roca que leyera aquel poema. Emocionado, Víctor Manuel, le pidió autorización a Urcesino para ponerle música, y este encantado se lo regaló.Víctor Manuel, llevó el sentimiento de Pedro Garfias por Asturias, y hoy, se canta en todas las fiestas de los jóvenes asturianos,mientras el poeta descansa en Monterrey, Nuevo León.En su recuerdo, van estas líneas