Estaba en la mente de Lenin, pero todavía no hacia la revolución en Rusia, y en Ucrania León Trotsky estudiaba como se había organizada la Compañía de Jesús casi 400 años antes, que utilizaría para crear el Ejercito Rojo, cuando nacía en 1907 en ciudad de México una niña que se llamaría , Frida Khalo.
Siempre atraída por la pintura, fue en la Academia de San Carlo donde conoció allí a un grupo diferente más acorde con la enseñanzas que ella había recibido del padre, un exiliado austrohúngaro, y de ese grupo que los llamaban “los Cachuchas”(por sus gorras), y pronto se hizo amigo de Alejandro López Arias, quien un día, en casa de ella, a escondidas, tuvieron su primera relación sexual.
La vida le sonreía a Frida. Vivía en Coyoacán, en el sur de la ciudad, un barrio residencial, estudiaba en San Carlos, quería al muchacho y había saboreado la satisfacción sexual, hasta aquel 17 de septiembre cuando, acompañada por su Alejandro,en aquel autobús, de pronto, un tranvía lo embistió con tan mala suerte que Frida fue penetrada por un fierro del tranvía que la atravesó cruelmente por el bajo vientre , donde además iba el bebé que engendrarían varios meses más tarde producto de su relación con Alejandro.
No sólo su cuerpo fue roto en forma brutal, sino que se llevó al fruto, y le impidió para toda la vida tener hijos, o volver a caminar, sino que al dolor físico se agregó que con tan golpe de la vida, los padres de aquel Alejandro, se desatendieron y se lo llevaron al extranjero.
Así empezarían a los 18 años, la otra vida,la de la gran pintora, la gran personalidad, la esposa de Diego Rivera, la mujer luchadora si las ha habido,
Tras el accidente la transportaron a su casa en Coyoacán, que se llamaría para la historia, la Casa Azul.
En 1925, ya Lenín había hecho la revolución y Trotsky había dirigido el Ejército Rojo con que derrotaron al ejército del Zar.En los ardores de la revolución, en el segundo ictus de Lenín, se perfilaba la batalla para la sucesión de lider, entre Stalin y Trotsky, que ni imaginaban que había pasado con aquel tren que había destrozado a un mujer de hierro, que tras 32 operaciones fallecería a los 47 años.
Apenas se había formado en 1921 el Partido Comunista Español, ni Carrillo sabía que llegaría la II República y los avatares de la vida.
Perseguido por Stalin por todo el mundo, el hombre que pudo haber cambiado el curso de la historia si hubiera sustituido a Lenín, iba de en país, con las garras de Stalin tratando de acabar con el, máximo cuando Trotsky crea la IV Internacional, la Trotskista.
Sólo un país le abrió las pùertas a León Trotsky, como hacía 5 años se las había abierto a Haile Selassie, el emperador de Etiopía cuando en 1936, Mussolini, invade a aquel estratégico pais africano y como lo hacía en ese 1939 a los republicanos españoles: México, y su presidente de 29 años el General Lázaro Cárdenas que en 1938 se había enfrentado a las 7 Hermanas y había nacionalizado el petroleo.
Y Trotsky se fue a vivir con su esposa y sus guardaespaldas, en aquel Casa Azul de Frida, en Coyoacán.
Y Frida Kahlo y León Trotsky tuvieron un relación intensa.
Pero Stalin, era Stalin. Implacable le ordena al Partido Comunista Mexicano el asesinato de Trotsky, donde una madrugada el otro gran muralista David Alfaro Siqueiros, con Diego Rivera y José Clemente Orozco, con 40 militantes del PCM ingresan a su domicilio, pero fracasan.
Había terminado la guerra en España y don Santiago le dijo al lider: “No se preocupe si los mexicanos no pudieron los camaradas españoles, si le cumpliremos”.
Y un día, preparada la operación, en septiembre de 1940, aquel hombre que se hacía pasar por un simpatizante del trotskismo, se gana la amistad de la familia, llegó en la tarde, con una gabardina que no se quitó, con el pretexto de que el maestro leyera su texto, y que en cuanto entró al despacho del lider, sacó de la gabardina un piolet y se lo clavó en plena cabeza a León. Trotsky.
En aquel México de 20 millones de habitantes y de 2 en la ciudad de México, León Trotsky estaba vivo al llegar desde el centro en la calle de Independencia la ambulancia de la Cruz Verde, y aguantó 24 horas con el piolet dentro, que mostraba el tamaño de aquel cerebro.
Fue un golpe más Frida, mientras Carrillo le cumplia al lider. Ramón Mercader el hijo de aquella comunista española, que fue el asesino, terminó 20 años en la cárcel de Lecumberri.
En recompensa por tal acción, el partido le envió a la cárcel a una joven artista española muy, muy guapa de 19 años: Sarita Montiel, donde nació la única hija de la cantante que ella recordaría años, muchos años mas tarde, y que tuvo hasta la muerte de Mercader en Barcelona, una gran cercanía.