Acaba de informar el Parlamento ruso, que el próximo jueves, se celebrará una sesión especial de la Duma Estatal de Zaporiyia para analizar la situación de la Central Nuclear más grandes de Europa.
Tomada por el ejército ruso, trabajando en mantenerla 12,000 trabajadores ucranianos de la planta, los alrededores convertidos en fortaleza rusa y los ucranianos quieren desalojarlos.
Mezcla explosiva que conviene resolver cuanto antes, ante la próxima visita de los inspectores de la Central de Energía Atómica, con base en Viena, acordada el viernes por Putin y Macrón.