Lula triunfó y es el nuevo presidente electo de Brasil. Pero lo hizo por menos de 2 puntos, en una pais de 215 millones de habitantes profundamente divididos y que la mayoría en el Congreso la tiene Bolsonaro.
Ayer se mostró lo profundamente dividido que está el país.6 muertos en campaña y un ambiente de silencio y rezos de los evangélicos mientras estallaba el júbilo entre la mayoría que había elegido a Lula da Silva.
Lula lanzó un mensaje, Biden y la mayoría de los presidentes ya han felicitado a Lula, pero en el horizonte, silenciosa, la Amazonia mostraba su preocupación:Bolsonaro, al terminar de conocerse ,de forma impecable, los datos, ni se despidió de sus ministros y se fue a dormir, sabedor de que si pierde en tres meses estará expuesto a la justicia.
Mientras los Evangelistas soltaban el rumor, y la intención, de que había había fraude, Bolsonaro despertara entre las presiones de sus aliados como Trump, y de los presidentes como Biden y los de América Latina.
Lula, triunfó, pero Bolsonaro no ha reconocido el resultado.
Hoy lunes, difícil día para los brasileños, donde no saben siquiera que van a hacer los viejos amigos de Bolsonaro, militar con el golpe y que sus amigos están al frente del ejército.