No podemos presumir, como lo hacemos siempre, del termino “Somos una democracia consolidada”, si no tenemos un Poder Judicial independiente. Desde la Constitución de 1978, se dejó “atado y bien atado” que el Poder Judicial iba a ser el garante que impidiese cambiar las bases del franquismo. Y así sucedió. La frase de Guerra, ¿ Y Montesquieau?, era una pregunta. Al dar por descartada la discusión se permitieron decenas de años de supeditación del Judicial al Ejecutivo.
Ahí está el problema. Mientras no se intentaron cambios todo funcionaba según los intereses del sistema. Pero empezaron a aparecer piedras en el Caso Gurtell, la Kitchen, y finalmente, y hace 5 años, al no renovarse los órganos del Poder Judicial, éste quedó sometido a la politica.
De ahí vienen los problemas de hoy. Desde la judicialización del proceso catalán, hasta ahora, España está entrampada, frenada, por que sin haber Poder Judicial independiente, todas las demás medidas, como ahora la amnistía, no tendrán salida, salvo que se hile muy fino. A mayor nivel de ruido, más preocupación, eso ha sido siempre.
“Democracia consolidada”, a la ” altura de nuestro entorno”, son palabras que llenan nuestras bocas. Deberíamos de ser más modestos. En España hoy hay un Poder Judicial Independiente.
Pero, como todos los intereses que se han visto protegidos por la falta de este poder, van tras tirar a este gobierno y convocar a nuevas elecciones cuanto antes.