A Gustavo Petro, en América Latina, no le ha temblado el pulso. Hace 10 días rompió relaciones con Israel y hoy anuncia la apertura de una embajada en Ramala, el Centro Administrativo de la Autoridad Nacional Palestina, que preside Mahmud Abass, donde manada una indirecta a Hamas enfrentada con lo que la OLP , Arafatt, Al Fatah y ahora en Cisjordania, fijaron la sede del futuro estado de Israel.