Siempre me pregunto en qué está pensando nuestro Presidente cuando habla de la Alianza de Civilizaciones. Siempre, para ser exactos, me lo tomé un poco como el final de un cuento para dormir niños. Algo así como el «vivieron felices y comieron perdices» de toda la vida. Hay cosas, a mí entender, que no pueden someterse a ninguna alianza posible y, es más, sería necesario borrarlas del mapa inmediatamente. El individuo de la foto es un imán saudí que, en un programa de la televisión libanesa, se puso a explicar cómo debe pegar el marido a su mujer. El subtítulo que pone debajo reza, «los golpes deben ser suaves y no en la cara». A esto hay que añadir que, según sus recomendaciones, es bueno utilizar un cepillo de dientes para tal propósito (no dijo nada sobre si éste podía ser eléctrico o no, por cierto). Y, para rematar,concluyó con que no se debe mostrar furia cerrando los puños porque, hombre,claro está, eso ya sería violencia. Si seguimos la teoría de nuestro Presidente,digo yo, con este tipo tendría que sentarme a dialogar. Decirle, «sí, ya veo que tu civilización es muy tolerante y avanzada por lo que la vamos a hacer una bonita alianza». Tendría, supongo, que comprender los motivos y darme cuenta de que el mundo es muy diferente, tanto, que hasta existen cosas así.Ay…