Veo asombrado todo lo que está pasando en el Ayuntamiento de Madrid. Esto es, lo de una trama de funcionarios corruptos que se dedicaban a sacarles los cuartos al ciudadano. Como saben, para expedir una licencia de apertura, soplaban hasta 20.000 euros bajo la amenaza de que, si no se pasaba por caja, los papeles seguirían dando vueltas ad infinitum. Me sorprende, digo, que un ayuntamiento tan poderoso y con tantos recursos tarde, ojo, hasta un año en tramitar una licencia de apertura para un negocio cualquiera. Así, lógicamente, se fomenta la corrupción, luego, a mí entender, el primer culpable de esta situación debería ser la propia administración, quien, con su burocracia infame, lo ha contaminado todo. Pero también, me resulta curioso que, según el Alcalde, no haya responsables políticos. O sea, que para el primer edil los concejales de Urbanismo y Medio Ambiente no están directamente implicados (cosa que no dudo), ni tampoco, claro está, por omisión (es decir, al no enterarse de nada). Se supone que cuando llegas a un cargo político tienes que ser algo más que una simple figura decorativa. En una empresa privada, ¿acaso no hubieran cesado al responsable de un almacén si éste no detecta que le estaban robando la mercancía? ¿Acaso no caería la cabeza del director de un banco si sus empleados meten mano en la caja? Ahora bien, como este país es el de “nunca dimitirás”, seguramente, los concejales de turno, se irán de rositas y tan campantes. Nadie, por lo visto, les ha llamado hasta ahora, por lo menos, incompetentes. Por cierto, una maldad, ¿a qué no saben quién es la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid?