Veo -no puedo decir que sorprendido- como la ola sobre el cambio climático crece y crece, y hasta vuelve a crecer. Ayer, el Presidente Zapatero, se mostró orgulloso ante las cámaras con los paneles solares del complejo de Moncloa, los cuales, por cierto, según dicen las malas lenguas, fueron instalados por el anterior inquilino en el año 2000. Bien, lo primero que hay que decir es que, meter la lucha contra el cambio climático en la guerra política, no favorece en nada a la causa. Piensen que, el Presidente, tuvo 4 años para darse cuenta o instalar un nuevo sistema energético, pero, ay, ¡qué casualidad!, va a ser ahora, o sea, a pocos meses de elecciones, cuando nos lo muestra en público. Lo segundo es que, los mensajes alarmistas, tampoco ayudan mucho. Ayer, nuevamente, el inquilino del palacio, dijo “El cambio climático es el principal problema de la humanidad”, cosa que, como comprenderán, resulta cuando menos discutible. Parece como si ahora las guerras no importasen, o el hambre y la pobreza fuesen objetivos secundarios, o los extremismos en forma de terrorismo tampoco resultasen relevantes. Y es que, para reafirmar su teoría, señaló “Hay que firmar un nuevo contrato con la tierra”, como si, eso, la verdad, hubiese existido alguna vez. Desde que el primer homínido pisó la tierra el hombre ha intentado dominarla, sin embargo, y pese a los avances técnicos, nunca lo ha conseguido. La tierra, tal y como la conocemos, borró civilizaciones del mapa, creó continentes e hizo desiertos donde antes había agua. Así, pues, ya me contarán, qué tipo de contrato se puede firmar con ella (hace con nosotros lo que le da la gana, en definitiva). En fin, yo sólo reclamo desde esta tribuna virtual que no se intente utilizar al cambio climático como una cortina para tapar todo. Nada más.