Hoy -con motivo del debate en el Congreso sobre el controvertido canon digital- tendrá lugar un acontecimiento digno de ser tratado en «Cuarto Milenio»: veremos al ministro de Industria. Sí, porque, si no lo sabían, les cuento que existe un ministro de Industria y se llama Joan Clos. De él supimos que era alcalde de Barcelona, lo llamaron para ser Ministro, tomó posesión y… hasta ahora. Bien, tampoco debería de sorprendernos el tema, puesto que, su antecesor, o sea, José Montilla, dejó el nivel del Ministerio tan bajo que casi en vez de cartera recogió un monedero. Y es que, perdónenme si soy ácido, pero mira que hay temas para que un ministro de Industria esté ocupado. Con todas las fuentes de energía subiendo sin parar y dependiendo absolutamente de terceros países en cuanto a su suministro, ¿qué dice el ministro de Industria sobre el tema? ¿Tiene algún plan estratégico para evitarlo? ¿Cree o no que al final tendremos que recurrir a la energía nuclear? ¿Le preocupa que el cumplimiento del protocolo de Kioto vaya a afectar a la industria de este país? Es curioso que, una de sus escasas apariciones, vaya a ser para defender el canon digital, cosa que, únicamente a efectos administrativos, afecta a su ministerio. Pero, en fin, tendremos que concederle que tiene un arte Ninja muy desarrollado: el de ser invisible. Así que, ya saben, ministro Ninja: al ataque.