El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, acaba de anunciar una fuerte inversión en infraestructuras para Cataluña. En concreto, más de 4.000 millones de euros. En Asturias, sobre diciembre del año pasado, hizo exactamente lo mismo. Comprometió un desembolso del Estado por importe de 3.000 millones de euros. Ni que decir tiene que, si hay que gastar el dinero en algún sitio, ya lo verán, va a ser antes en tierras catalanas por cuestiones obvias. En su desglose sobresalen varios soterramientos ferroviarios. En L’Hospitalet se van destinar 608 millones de euros a tal fin, teniendo previsto comenzar las obras en 2020 con una duración aproximada de cinco años. En Sant Feliu la inversión es de 133 millones. En Montcada i Reixac 300… ¿sigo? Parece que los fondos disponibles de Fomento, al menos de palabra, no tienen límite. Piensen que aquí, en nuestro trozo de paraíso natural, el importe total para el plan de vías está cifrado en 786 millones de euros. De los cuales, tanto Ayuntamiento como Principado van a realizar una aportación máxima de 83 millones, siendo el resto procedente de las arcas estatales. El problema, vuelvo a insistir, es que las promesas del ministro son cuantiosas y se reparten por toda España. Todavía no le he escuchado negarle nada a nadie. En noviembre miles de extremos se fueron a Madrid bajo el lema de «tren digno ya». Fue una manifestación multitudinaria donde se reivindicó la mejora urgente de la conexión ferroviaria. Tengan en cuenta que se tardan sobre seis horas en llegar desde Badajoz a la capital (400 kilómetros). ¿Qué fue lo que les dijo De la Serna? Sí, exactamente, eso: que su ministerio iba a invertir 2.590 millones de euros, la mayor cuantía de la historia en esa comunidad. Como digo, en Gijón estamos pendientes de formalizar el convenio del plan de vías que se hará durante el próximo mes de marzo. Hemos avanzado mucho, es verdad, recuerden que antes de la llegada del actual titular de Fomento no había nada. Fue De la Serna quien revitalizó el plan hasta, al menos, dejarnos con la esperanza de ver algo firmado. Sin embargo, no creo que las expectativas políticas sean las mejores. De la Serna ofrece dinero a raudales con unos presupuestos prorrogados y que posiblemente no verán la luz en el Congreso. Nuestra ciudad, bien es cierto, necesita hechos y no sólo palabras. De nada servirá el arduo trabajo para ver un levantamiento ferroviario materializado, si eso no viene corroborado por la dotación presupuestaria correspondiente. Sería aquello de tanto nadar para morir a la orilla. Vamos, un desastre si se rubrica el documento y luego no se cumple. De momento, tendremos que confiar, ahora bien, razones para el mosqueo hay más que de sobra.
@balbuenajm