El viernes pasado tuvo lugar una reunión en el Ministerio de Fomento sobre nuestro plan de vías. Meras cuestiones formales para sacar adelante la junta de accionistas de la sociedad Gijón al Norte. Esto es, nombramiento de nuevos consejeros en lugar de los salientes, aprobación de la gestión, de las cuentas y cosas así. En definitiva, lo que también hicieron otras sociedades de integración ferroviaria de varias ciudades ese mismo día. Sin embargo, la delegación asturiana se lo tomó muy en serio. Quiero decir que estuvieron presentes representantes del más alto nivel. Por el Ayuntamiento asistió nuestra alcaldesa, Carmen Moriyón, y por el Principado, el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra. Buena prueba, sin duda, de que aquí lo de nuestro eterno levantamiento ferroviario nos importa y mucho.

El objetivo era conocer al equipo de Fomento con el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, a la cabeza. Sus declaraciones, en principio, podrían considerarse tranquilizadoras. Dijo que asume como propio el proyecto existente tal y como está concebido. Sin cambios, ni recortes, ni nuevos inventos. Asimismo, que el cambio de Ejecutivo no tiene por qué retrasar ningún plazo. Algo que, de hecho, en la práctica, ya se ha producido: el diseño de la obra civil de la prolongación del túnel del metrotrén hasta Cabueñes y el de la estación de la plaza de Europa estaban previstos en junio. Ahora bien, más allá de las palabras de Saura tenemos que valorar hechos. Es decir, saber si para el gobierno de Pedro Sánchez el tema de las infraestructuras pendientes en nuestra ciudad (y Asturias) va a ser o no una prioridad. El nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, de momento, carece de un papel relevante. Vamos, que parece estar más interesado en otras cosas que en su propio ministerio. Le escucho declaraciones que, en la mayoría de las ocasiones, nada tienen que ver con las obras en marcha de este país. Por tanto, no sé si saltaremos en lo que se refiere al plan de vías de las buenas palabras a los hechos. Es más, la prueba de fuego consiste en ver cuándo se aprueba en Consejo de Ministros el nuevo convenio de Gijón al Norte. Tanto Ábalos como Saura se han comprometido a hacerlo cuanto antes. Ojalá. Perdónenme, si quizá -una vez más- no soy del todo optimista. Después de 16 años de promesas incumplidas, la verdad, ¡cómo para no serlo! En Madrid tienen que entender que ya estamos hartos de que Gijón carezca de lo más mínimo: una estación de tren y autobuses decente. Cosa que se nota aún más en verano. «Pero, ¿es esto la estación?», me preguntaba el otro día un tuirista incrédulo cuando iba a coger un autobús. Pues sí, esta mi… es lo que tenemos.

@balbuenajm