El último debate sobre el estado del municipio, celebrado el pasado martes, fue más de lo mismo. Adoleció de todos los vicios que ha tenido esta legislatura. Falta de acuerdos, enredos y política de bajo nivel a raudales. Por ejemplo, el abandono del Pleno por parte de Xixón Sí Puede (XSP) al sentirse aludido su portavoz, Mario Suárez del Fueyo, tras unas palabras del socialista, José María Pérez. Éste recriminó a la alcaldesa, Carmen Moriyón, que no le concediera más tiempo en su turno de palabra. Dijo exactamente «al alcalde consorte no le corta». Algo que a Del Fueyo le sentó como una patada, porque interpretó que iba por él. Después de pedir a Pérez que lo reiterase, y ante la negativa, todo XSP se marchó del salón. Constatando, digo, lo que ha sido una tónica durante estos casi cuatro años: el mal rollo entre el PSOE local y la marca de Podemos.

Desde luego, la reacción de XSP a mí me pareció exagerada. En el municipalismo es muy normal este tipo de dardos envenenados. Por esa regla de tres, y si nos atenemos a las pullas que se lanzan los distintos grupos, no acabaría al completo ningún Pleno. Sin embargo, lo que demuestra, insisto, es que la unión en la izquierda era auténtica una quimera. Hasta el último día se tiraron los trastos a la cabeza. No entiendo como, viendo el panorama, en algún momento se habló de un tripartito. A la ciudad, le hubiese generado una inestabilidad aún mayor de la que tiene. Ni siquiera la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno -y su claro acercamiento a la formación morada- parece haber calmado el ambiente. Tendrán que esperar a una nueva corporación para ver si cambian las cosas. Seguro que con Ana González al frente del socialismo gijonés el panorama va a ser distinto.

Por otra parte, escuchamos también a nuestra primera edil exhibir sus logros. En concreto, dos muy importantes. El consenso sobre el Plan General de Ordenación Urbana (PGO) y plan de vías. Ahora bien, no acaba de reconocer Carmen Moriyón que el invento de la renta social municipal ha sido un error. Es más, dice que no se arrepiente, cuando los hechos a este respecto son palmarios. Señora Moriyón, ¿volvería a incumplir la regla de gasto por culpa de esta ayuda, tal y como su propio equipo de gobierno reconoció? ¿Volvería a colapsar los centros municipales con una marabunta de solicitantes que luchan por llegar los primeros? ¿Volvería a asegurar que en Gijón «nadie iba a tener unos ingresos inferiores a los 600 euros mensuales», garantizados por el Ayuntamiento? Sinceramente, yo creo que no. Un partido de centro-derecha como el que usted representa, ¿está para dar subvenciones o crear puestos de trabajo? Sin duda, por mucho que diga lo contrario, entiendo que ha aprendido la lección, ya que desde su puesta en marcha ha sido un dolor de muelas constante.

@balbuenajm