La solución que se le ha dado a la Sociedad Mixta de Gestión y Promoción del Suelo (Sogepsa) se parece mucho a la del «banco malo» en las cajas de ahorro. Es decir, crear una entidad que soporte sus activos tóxicos y libere los balances para garantizar la viabilidad. Recordemos que Sogpesa se encuentra endeudada hasta la médula. Sobre 152 millones de euros es el pufo que soporta por la crisis inmobiliaria del sector y una gestión más que dudosa. Fundamentalmente, debido a su apuesta por el suelo industrial a granel, cuando era un mercado en recesión.

Pues bien, la idea del consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, es la de crear un nuevo instrumento (Sogesproa) para liquidar los activos, tanto de la sociedad de suelo asturiana, como del banco Liberbank. Todos ellos tasados en unos 191 millones de euros y repartidos por doce provincias. Sogepsa se encargaría de gestionar ese patrimonio obteniendo ingresos, no sólo por la venta de éste, sino también por esa labor de mediación. Algo que contrasta claramente con el plan de vialidad firmado hace apenas dos meses. En el mismo, se hablaba de las «altas expectativas» de venta para 2019. Pregunto, si eso es así, esto es, si prevé que a partir de marzo se van a vender las parcelas del polígono de Bobes (eje del mal en la situación actual) como si fueran churros, ¿por qué crea ahora está «inmobiliaria mala»? ¿Qué pinta vendiendo propiedades por Valladolid, Guadalajara o Cuenca si no ha sido capaz de liquidar las suyas en Asturias?

Como digo, la solución pretende eliminar la carga de estos activos en los balances, dejándolos así saneados y a otra cosa mariposa. Es más, desconocemos en cuánto se van a valorar cuando se traspasen a Sogresproa, o sea, si por el valor contable o el real, pero también cómo se acabarán vendiendo. Clave, sin duda, de esta alianza. Las más que posibles pérdidas millonarias la soportaría Sogesproa, mientras que Sogepsa seguiría operando como si nada. Al fin y al cabo, digo, lo que hicieron las cajas de ahorro para llevar a cabo un saneamiento que se ha llevado sobre 40.000 millones de euros del contribuyente. ¿O acaso se creen las palabras del propio Lastra señalando que esto no le costará ni un euro a los asturianos? Si este inmovilizado fuese de calidad, es decir, vendible, ¿piensan que se haría esta operación para intentar eliminarlo? ¿No hablamos de auténticos muertos inmobiliarios -por ejemplo, suelos urbanizables que tienen imposible salida en el mercado- de los cuales nadie querrá hacerse cargo?

Sogpesa está cuestionada, no sólo en cuanto a su viabilidad económica, sino también social. Eso de expropiar suelo a precios de rústico para acabar haciendo pisos de 3.000 euros el metro cuadrado (Montevil, Gijón), dudo mucho que se pueda volver a hacer. De hecho, la Unión Europea ya le abrió una investigación por estas prácticas.

@balbuenajm