Tiene razón la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) al criticar la apatía con la que se están tomando los partidos políticos el plan de vías. Me refiero a que es precisamente, en estas elecciones al Congreso del 28 de abril, donde más se la juega el proyecto. Dicho de otra forma: el futuro del levantamiento ferroviario gijonés depende de Madrid y no de Asturias. Algo que deberíamos tener todos más que claro. Llama la atención, digo, que los candidatos a la presidencia del Gobierno pasen por nuestro paraíso natural y no digan nada. Ni siquiera lo mencionen. Le pasó a Pablo Casado en una reciente visita y este viernes al líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Aunque el caso más sangrante, sin duda, fue el de Pedro Sánchez. Oigan, que lo tuvo a huevo. Mitin del PSOE en el Palacio de los Deportes de La Guía. Lleno a reventar, público entregado y el presidente del Gobierno ni mu sobre la fecha de la firma del convenio. Inexplicable. Es como si sus asesores de campaña no le dieran importancia al tema, quizá, porque piensan que tampoco da votos. Incluso puede que tengan razón. Al final, el resultado de las elecciones no va venir condicionado por una inversión de 814 millones de euros para la ciudad. Somos tan indolentes como eso. Es más, hasta nos dejamos enredar en debates insulsos -sobre si socialdemócratas o liberales- mientras que lo sustancial queda a un lado. O sea, que Gijón puede estar otros 17 años sin una estación de trenes y autobuses digna.

Tampoco parece que los primeros de la lista por Asturias se quiebren la cabeza demasiado. Deberían de ser ellos, pienso, quienes tendrían que defenderlo cuando ocupen los sillones en el Hemiciclo. De nada vale que se firme el famoso convenio, si luego, en los sucesivos ejercicios, no hay dotación presupuestaria suficiente para poder llevarlo a cabo. O si, como se anuncia, se rubrica en uno de estos viernes que tiene el Ejecutivo de Sánchez, pero luego cae en el olvido. Lo cual ya vivimos (y padecimos) con el del 2002. Por tanto, resulta increíble que nuestro plan no sea uno de los ejes de campaña. Que los futuros diputados no se echen en cara que la transformación urbana más importante de Gijón, haya estado rodando casi dos décadas por los cajones. Que sea el más retrasado de todos las integraciones ferroviarias de España, tal y como ha constatado el Tribunal de Cuentas. O que una vez liberadas las vías, no se haya vendido ni una sola parcela para obtener financiación. Lo que llamamos «el solarón» -desde el paso que comunica con Poniente por Sanz Crespo – se ha convertido en una auténtica selva. Recuerden que se adecentó la parte más cercana al Humedal y el resto, ahí está como monumento a la incompetencia. No sé, tiene razón la FAV en encerrarse en el salón de Plenos del Ayuntamiento, aunque sólo sea para llamar la atención.

@balbuenajm