Uno tiene la sensación de que algo va a cambiar en el plan vías. Ya saben, el levantamiento ferroviario por el que llevamos esperando diecisiete años. Los mensajes, la forma de dar la información e incluso las declaraciones ya no son iguales. Vean si no a la propia alcaldesa, Ana González. Más de una vez dijo que la ubicación de la estación intermodal -a la altura del Museo del Ferrocarril- no estaba en discusión. Sin embargo, después de la reunión del consejo de administración de Gijón al Norte que se celebró en Madrid, ha cambiado de parecer. Anunció que hay que esperar por el estudio informativo para «ver qué decisiones hay que tomar». Esto es, que se está gestando una nueva vuelta de tuerca para llevarla otra vez a Moreda. Algo que el propio PSOE siempre tuvo en mente, puesto que fue el único grupo que defendió el emplazamiento originario del plan. Ahora vemos que, después de llegar al Gobierno, quiere volver ejecutar el mismo proyecto fracasado que fue incapaz de llevar a cabo en estos, repito, diecisiete años de travesía del desierto.
Digo más, recuerden que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, vinculó la estación a un estudio informativo que aseguró tardaría dos años. Todos en su día -cuando vino a coger un micrófono en la plaza Mayor en noviembre de 2018- nos escandalizamos. ¿Dos años más esperando para comenzar nuestro eterno plan de vías? ¿Qué dice este hombre? Pues ahí lo tienen. El documento tendría que haber estado acabado este verano, pero acumula ya nueve meses de retrasos. Es decir, su tramitación se alargará como poco hasta 2021, contando que hay que someterlo a información pública. Aquel tiempo inaceptable del que hablaba Ábalos será incluso mayor. Al final, veremos el estudio informativo para la intermodal, ojo, no en dos años como dijo el ministro, sino en tres. Si no quieres taza, toma taza y media.
Resumo: desde Fomento andan preparando el terreno para volver a situar la estación en Moreda. Se ve a la legua. Dicen cosas tan sorprendentes como que están estudiando la «idoneidad del terreno, las dificultades constructivas o el coste de la operación». Oigan, como si no supiesen de sobra lo que hay en el subsuelo gijonés, después de que un túnel (el de metrotrén) lleva trece años en sus entrañas. De nada vale la experiencia nefasta de la provisional (quizá definitiva) de Sanz Crespo. Un apeadero que ha sido una máquina de expulsar viajeros, entre otras cosas, por estar alejada de la zona del Humedal. Ubicación ideal que se desechó en su día a las primeras de cambio. El consenso municipal de enero para intentar acercarla lo más posible a donde otras ciudades la tienen (en Oviedo o León está en el mismísimo centro), acabará saltando por los aires. Volveremos a retomar un proyecto obsoleto y que ha estado en el cajón durante casi dos décadas. A ciencia cierta, nos la cuelan.
@balbuenajm