Los gijoneses tenemos una paciencia infinita con las administraciones. De hecho, no hay más que ver lo que tardan las cosas en nuestro trozo de paraíso natural. Plan de vías: dieciocho años esperando por que se lleve a cabo. Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA): quince para que se vea alguna empresa instalada. Autopista del mar: seis años desde que se suspendió la línea. Depuradora del Pisón: cuatro desde que se paralizó su puesta en funcionamiento. Por no hablar, claro, de la regasificadora del Musel, autovía de Jove, etcétera. En este sentido, si hubiésemos pedido a nuestro Ayuntamiento que cambiase el nombre de una calle por cualquier motivo, lo más probable es que diesen largas. Nos dirían que ya verían, que hay que pensarlo o que es muy complicado luego para el ciudadano gestionarlo administrativamente. Sin embargo, la reacción de cambiar el nombre a la avenida de Juan Carlos I ha sido inmediata. Vamos, ya quisiéramos esa prisa para los proyectos antes mencionados. Ojo, todo ello pese a que el Rey emérito ni está acusado formalmente de nada, ni juzgado, ni condenado. Que lo estará, no digo lo contrario, puesto que su presunto comportamiento ha sido del todo reprobable. Ahora bien, si ponemos el listón tan alto al no esperar a la Justicia -ya veremos qué pasa cuando a otro personaje se le demuestren conductas impropias- igual con el paso del tiempo tenemos que empezar a renombrar calles a tutiplén.
Nuestra alcaldesa, Ana González, justificó esta premura porque «Muchos ciudadanos me piden cambiar el nombre de la avenida de Juan Carlos I». O sea, que acabamos de descubrir que tenemos una primera edil sensible a lo que le digan los gijoneses. Cosa que no parecía este mismo lunes cuando hubo una manifestación en la Plaza Mayor contra su gestión de la movilidad, o cuando periódicamente salen a la calle los vecinos de Cimavilla, o se presentan miles de firmas por las peatonalizaciones que está llevando a cabo. Por lo visto, a unos los escucha (los que le interesan) y a otros no (los que la critican). Incluso para rizar el rizo de esta condena municipal a Juan Carlos I, el grupo Unidas-Podemos propone un referéndum popular para darle un nuevo nombre a la avenida. En fin, sólo falta que esa consulta la lleve a cabo José Félix Tezanos, director del CIS. Seguro que el que sale elegido por mayoría absoluta es, no sé, ¿alguien o algo vinculado con la izquierda?
@balbuenajm