La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha hablado en estas mismas páginas sobre el plan de vías. Así, ante varias preguntas sobre el tema, hizo referencia a la firma inminente de un protocolo entre las partes intervinientes. A la postre, el Principado, Ayuntamiento y el propio Ministerio. Sin duda, una sorpresa (ya veremos si desagradable) porque todo el mundo estábamos esperando como agua de mayo que nos dijese algo sobre el nuevo convenio. Un documento con compromisos firmes, plazos y financiación para intentar seguir adelante con nuestro eterno levantamiento ferroviario. Sin embargo, Sánchez sólo ha hecho esa mención y nada más. Es decir, sin aclarar cuál sería su grado de vinculación y eficacia. Eso sí, dice que luego se producirá la licitación de las obras. Lo dicho: un convenio como el que teníamos firmado y publicado en el BOE en mayo de 2019, ni lo nombró. Además, nos cuenta que se mantiene el compromiso del Estado de financiar un 50% del importe total del plan. Sólo faltaba, después de veinte años de espera, que desde Madrid nos dijeran que faltan fondos. Algo que seguramente harán de forma soterrada, incluyendo partidas testimoniales en los presupuestos (39.840 euros este año), pero en ningún modo de forma tan descarada.
En todo caso, no parece que esto sea lo que esperaba el Ayuntamiento de la visita ministerial. La alcaldesa, Ana González, sólo habló de este documento de pasada como una forma «para empezar a pensar, ver y eliminar el famoso tridente ferroviario de Tremañes». Esto es, nuestra primera edil lo que quiere es cuanto antes a firmar un nuevo convenio para llegar a donde estábamos hace tres años. Es más, una vez aprobado el estudio informativo que ratifica la ubicación de la estación intermodal en el entorno de Moreda, es lo que toca. De hecho, hace poco nos contó que ya tenía listo un borrador incluyendo los cambios que el Gobierno central había exigido, con respecto a otro que presentó en septiembre del año pasado. Ahora, desde instancias ministeriales, parece que la prioridad no es ésa, sino firmar una especie de protocolo fantasma (película de Tom Cruise que forma parte de la saga «Misión Imposible») que no sabemos muy bien qué es, ni qué nos va a aportar. En resumen, no se puede expresar mejor la historia del levantamiento ferroviario gijonés: una misión imposible digna de ser llevada a cabo por el mejor agente secreto.
@balbuenajm