Históricamente siempre hemos sufrido con el cambio de partidos. Esto es, nuestras obras pendientes se hacían eternas porque al gobierno de turno, llegaban nuevos inquilinos de otra ideología que empezaban a dar vueltas. Es lo que hemos vivido con el plan de vías. Sin embargo, lo que no esperábamos es que nuestros proyectos también dependiesen de los equipos ministeriales, sin cambio político alguno. O sea, siendo los mismos en el poder. En definitiva, lo que ha sucedido con el vial de Jove. Dicen los de Oscar Puente (vigente ministro de Transporte) que lo que habían hecho los de Raquel Sánchez (la anterior) estaba mal. Por eso, de sopetón, nos quitan el túnel y la inversión queda en menos de un 25% de lo previsto: de 290 millones de euros a 70. ¿A quién creemos? ¿Quién nos ha engañado? ¿Los que anunciaron a bombo y platillo la licitación o a quienes dicen que se caen edificios? Desde luego, la patada recibida es monumental. Ya no podemos fiarnos. ¿Qué van a decir los de Puente de la estación intermodal? ¿Les parecerá muy cara y cambiarán por enésima vez su diseño, cuando se entregue en 2025? ¿Considerarán una locura lo de soterrar las vías y dirán que tienen que ir en superficie, como ha pasado con el vial? ¿Qué va a suceder con la integración ferroviaria, si tan solo tenemos firmado un insulso protocolo con el Ministerio, ni tan siquiera un convenio como el que teníamos? La cuestión no es en absoluto baladí. Visto lo visto: tiembla Gijón. Igual lo peor está por llegar.
@balbuenajm