A los escasos lectores que todavía le quedan a este columnista ya se lo había anticipado. Más que nada, porque se veía venir desde mucho antes de que empezase esta pandemia. Estaba cantado que al plan de vías le iban a dar un cambio, otra vez. De hecho, podríamos decir que lo han «reseteado», como si de un ordenador se tratase. Y van, no sé, tantas veces que hasta hemos perdido la cuenta. Total, como solo llevamos 18 años esperando, podemos seguir dándole vueltas al tema. Ahora, nuestra alcaldesa, Ana González, nos habla de que llevar la estación intermodal a Moreda es más barato que construirla en el Museo del Ferrocarril, tal y como estaba previsto en el convenio que se había firmado el uno de junio de 2018. Fíjense que en su sermón diario -ése que supongo que se irá terminando con la desescalada, entiendo- incluso nos vende el ahorro que va a suponer en el consumo de la luz. Por lo visto, también se mira eso en una inversión superior a los 800 millones de euros. Todo ello, pese a que González, cuando accedió a la alcaldía, dejó bien claro que respetaría lo que había salido del Ayuntamiento. En el Ministerio de Transporte han despedazo un proyecto nacido del consenso de los grupos municipales y no ha dicho ni mu. Está tan feliz.
Miren ustedes, que nos les cuenten milongas. El cambio de ubicación de la intermodal, impulsado bajo el gobierno de Foro, no era el proyecto del PSOE. Por mucho que se quiera disfrazar con informes de una pléyade de técnicos, los socialistas querían retornar a Moreda a toda costa. Detrás de esto, no hay más que una decisión política de volver al punto de partida. Es decir, a unos cuantos dibujos obsoletos -los del diseño de Jerónimo Junquera de 2006- que nunca se hicieron realidad. Oigan, y mira que tuvieron tiempo. Por tanto, eso de que ahora se va a hacer más rápido y barato. En fin, es una comedia. Yo diría que una divina comedia. Nadie se cree a estas alturas que las obras empezarán al final de esta legislatura, según anunció nuestra regidora. Digo más, nos quieren tener entretenidos con debates sobados hasta la saciedad por esta ciudad. Que si la centralidad no se mide por 300 metros de distancia entre ubicaciones, mientras que en la capital el tren para en la calle Uría. Que si pongo aquí o allá las estaciones del metrotrén -esta misma semana las han movido como si tuviesen ruedas- para que tengamos tema de conversación durante el café. Que si… ¿Sigo?
@balbuenajm