Podríamos decir que en el Pleno del pasado jueves el gobierno local sufrió su primer revolcón serio. Efectivamente, al final tumbó la proposición del PP, Foro y Ciudadanos para revertir a la situación anterior las obras de peatonalización que se efectuaron en El Muro. Ahora bien, lo hizo con prórroga y en los penaltis. Fueron necesarias dos votaciones por el empate que se dio, decidiendo en última instancia el voto de calidad de la alcaldesa. Vamos, toda una victoria pírrica porque la imagen de un bloque de izquierda sólido, que apoya sin fisuras esas iniciativas progresistas para eliminar todo lo carca de esta ciudad, acabó tocada. Más que nada, porque Podemos-Equo se abstuvo al compartir el fondo, pero no las formas. O sea, ve bien las acciones y comparte esa filosofía de la Concejalía de Movilidad, pero le reprocha como lo está haciendo. Esto es, esa política de hechos consumados -el que venga detrás que arreé- que practica el concejal responsable del área, Aurelio Martín. Incluso le llego a decir «Así no, señor Martín». Cosa que no impidió en absoluto que saliera a relucir ese discurso, para mí molesto, que nos llega desde el Ayuntamiento. Algo así como: yo sé lo que es bueno para Gijón y vosotros no.

Digo más, en estas mismas páginas pudieron leer como el «Cascayu» era comparado con el «Elogio del Horizonte». Nuestra alcaldesa, Ana González, ante una pregunta sobre la controversia que ha generado esta actuación, dijo que también en su día se criticó la escultura de Eduardo Chillida. Lo cual nos lleva a pensar que están convencidos de que han hecho toda una obra de arte. Incomprendida en la actualidad, pero que llegará a estar en los catálogos del mejor urbanismo de vanguardia. Por favor… Incluso dice González que la peatonalización de la calle Corrida (ya llovió desde aquello, por cierto) suscitó polémica. La diferencia es que se hizo con un proyecto y sabiendo a ciencia cierta lo que se quería, mientras que esto de la playa ha sido una improvisación continua. Lo dicho: están encantados y creen que lo de los colorines es el no va más. Tal y como lo definió nuestra primera edil «la eclosión del Muro». Una obra provisional que las masas obreras y campesinas acabarán pidiendo que sea definitiva con el paso del tiempo. Cuando en realidad, algún día lo veremos como un mal sueño, exactamente igual que el coronavirus. Ya lo dijo Unamuno: venceréis, pero no convenceréis.

@balbuenajm