La reunión que tuvo lugar esta semana entre la alcaldesa (Carmen Moriyón) y el presidente del Principado (Adrián Barbón) fue como un «Dejáà vu». Ya saben, esa sensación de algo que ya se ha vivido. Más que nada, porque volvieron a salir los temas de siempre. Plan de vías, vial de Jove, ZALIA, etcétera. Esas famosas infraestructuras gijonesas que nunca acaban de culminarse. En concreto, llama la atención la situación de la eterna integración ferroviaria. Tal parece, no sé, que con la redacción del proyecto constructivo de la estación intermodal se ha cumplido. Efectivamente, en octubre de 2025 tendremos los planos y luego, ¿qué? ¿De dónde sale la financiación, por ejemplo? En este sentido, la sociedad Gijón al Norte -quien debería haber liderado desde su inicio el plan de vías- no es más que un ente mortecino. Yo diría que encantado con que se abra el enésimo debate para entretenimiento ciudadano. Esta vez, sobre si deben construirse pisos en el «solarón» o dejarlo como parque. Cuestión, por cierto, que debería hacerse con números en la mano. O sea, sabiendo si esos fondos que proporcionaría la edificación son o no imprescindibles para la obra. En todo caso, esta ciudad tendrá que ser compensada de alguna manera por los más de veinte años de retrasos y engaños. Quizá con una zona verde en el centro. La verdad, mejor no lo pueden tener. Lo de Gijón al Norte, digo, es de una parálisis total. Ojo, con unos gastos de 241.247 euros en personal. En julio de 2022 el Ayuntamiento le instó a urbanizar la parte selvática del «solarón» hasta el viaducto de Carlos Marx. Sin embargo, nada se ha hecho. Se limpia el chabolismo que se había montado en la zona y, a los cuatro días, seguimos con las tiendas de campaña. Filigranas va a tener que hacer el gobierno municipal para sacar adelante el proyecto. Tiene un gobierno central en funciones (no funcionando), el Principado que pasa de todo (siempre mostró una cierta indiferencia) y sin saber de dónde va a salir el dinero (igual los 800 millones de euros prometidos acaban pagando la deuda de Cataluña). Filigranas, repito.

@balbuenajm