Ya está cerrada la cesión. En diciembre llegará a Gijón Carlos Hidalgo. Podríamos recordar que fue ofrecido en junio, en una gestión de José Fernández con Herminio Menéndez y muchas cosas más, pero la realidad es la que es. Que no hay gol, por mucho que Barral haya despertado antes de tiempo y se haya dormido hace un mes y medio.
Hacía falta un delantero. Creo que alguno más. Algunos blogueros se ceban en Sastre y hasta en Canella. El mallorquín no está en su mejor momento, pero es un ejemplo de profesionalidad y, aunque le tocara ser reserva, es un hombre importante en el vestuario. Lo mismo que lo fue Juanmi, aunque lo que vale es lo que se hace en el rectángulo de juego. El fútbol es así de cruel.
Hidalgo llega con buenos informes. En Colombia todo el mundo habla maravillas de este chavalito de 21 años, que tiene algo de experiencia por un Mundial sub 17, opciones de haberse ido a Suiza y Argentina y porque pertenece a un país en el que la gente madura antes. Obligaciones de la idiosincrasia, modus vivendi y demás. Seguro que llega más curtido que muchos de Mareo.
Sin embargo, para los que llevamos tiempo viendo extranjeros rojiblancos de todos los pelajes, que llegan con vitola de salvadores, nos resulta una incógnita. Es mejor esperar antes de dar una opinión, por muchos vídeos de You tube pueda haber de este chico y nos lo asemejen a Messi. En principio, el aval son los buenos informes que llegaron al club y el visto bueno de Emilio de Dios por un partido, porque la operación estaba apalabrada el viernes por la noche. El director deportivo lleva un buen número de aciertos, muy superior al de los fiascos. Es un dato que obliga a confiar.
El deseo y la esperanza convergen en que Hidalgo se salga de la tabla de goleadores. Pero sólo con el colombiano es poco. Hace falta otro atacante impulsivo, un complemente. Sé que se está en ello. Me parece que será un nacional, aunque se hayan vistos ingleses, que están muy verdes, y franceses, que son más bien caros.
PD1.: El sábado arbitra el berciano José Luis González en Sevilla. Aprecio que algunos blogueros se molestan porque critico a los malos árbitros. Con los buenos no suelo hacerlo. Me acuerdo de la Copa, en Cádiz. Y de Murcia. ¡Qué impotencia! Creo que cualquier sportinguista la sentiría. Espero no sentirla el sábado, aunque la temo.
PD2.: Llega Hidalgo y no nos acordamos de Congo, quien estaba preparando el camino para volver a Gijón, después de ver que en la plantilla del Recreativo no va a comerse ni una rosca. El que mueve el cotarro es el intermediario luanquín Roberto Muñiz, el mismo que lo alejó del Sporting y que busca la entrevista en emisora por emisora, timando la buena fe de los profesionales, para dejar bien al ‘moreno’ y mal, al club. A ver quien es el próximo al que intentan engañar. Aquí pincharían en hueso.