El Sporting dio un golpe de autoridad en Ipurúa, ante sólo medio centenar de aficionados rojiblancos, de los que sólo pagaron cuatro. El resto recibieron entradas de regalo de expedicionarios y futbolistas del Sporting, con las que se ceden por cuestiones de protocolo.

Me gustaba la alineación de Preciado, pero sobre el tapete, la actitud fue extraordinaria. Nada que ver con el equipo que jugó ante el Castellón. Este Sporting, con Bilic y Barral en el eje del ataque, es otra historia. Los ‘jugones’ hicieron de las suyas por las bandas. La seriedad defensiva y el desgaste del centro del campo fueron extraordinarios. El triunfo fue justo y corto. Por oportunidades creadas, muy corto.

Los jugadores se lo brindaron a la afición. Bonito detalle el de las camisetas. Pepín Braña quiere una, para enmarcarla en el local de la Federación de Peñas. Extraordinario el ambiente del Dragón, según me cuentan. Jaime Barriuso, presidente del Eibar, pidió disculpas y volvió a explicar su decisión. Lamentó que la afición del Sporting no hubiera podido disfrutar en Ipurúa de un partido en el que admite que su equipo fue arrollado. Seguro que lamentará más no haber ingresado un buen puñado de euros, si el planteamiento de los precios y la venta de entradas hubiera sido más racional.

Dice un refrán que no se puede decir nunca que de este agua no beberé. ‘Manix’ Mandiola, el entrenador del Eibar, anunció el sábado que ‘a todo cerdo le llega su San Martín’, en alusión a la buena trayectoria del Sporting como visitante, con la advertencia de que le tocaba parder. Después del partido soñará con la película de los tres cerditos, que pudo ser una manada. Por mucho que se queje del árbitro, tiene una semana para estar con las orejas bien agachaditas. Por cierto, el apodo de Manix no creo que sea por aquel detective de una vieja serie de televisión. En todo caso, tiene más parecido con Canon.

El caso es que la afición gijonesa se sintió satisfecha con sus artistas. Fue una sensación de venganza ante una situación incoherente. En un par de cafeterías del centro de Eibar echaron de menos a los seguidores rojiblancos. Ya saben donde está el maestro armero al que protestar.

Hoy toca alegría, pero no fue más que un partido. Con los demás resultados, ya se ve posicionarse a la Real y al Celta. Son los peligrosos, mientras el Numancia se distancia y el Málaga mantiene la diferencia. Queda una eternidad. Hay que ganar en El Ejido.