He leído con cierta perplejidad la nota difundida por los señores consejeros del Real Oviedo SAD, en la que cometen algunas inexactitudes y contradicciones. Imputar al Sporting como fuente de información en la divulgación de la deuda que tienen con el club gijonés es una licencia gratuita y creo que malintencionada de don José Ramón Prado, portavoz del consejo y ex director de Deportes del Principado en el reinado del PP, quien ahora tiene como función cumplir fielmente los encargos de Alberto González, que es quien manda en el Oviedo. Tal vez necesite un sonotone para escuchar bien las conversaciones o un traductor que le explique los contenidos de lo que se le cuenta o se le comenta.
Ahora resulta que si el Oviedo no paga al Sporting los 9.000 euros que debe desde setiembre de la liquidación del Trofeo Principado es porque los rectores políticos de la región no los dejan. ¡Toma ya! Y Misael Fernández Porrón sin enterarse. El señor Prado sabe que al Sporting, en una de sus reclamaciones, el gerente azul expuso un embargo como disculpa por el retraso. Más extraño es que el señor Prado me reconoció en una conversación telefónica que no es necesario presentar al Principado las cuentas del Trofeo antes de pagar. ¿En qué quedamos, querido José Ramón? Este chico necesita un poco de lejía, para aclararse.
La fama que tiene el señor Prado en los medios informativos de la capital no es para enmarcar. Se sabe que es capaz de mentir con reiteración, en función de las órdenes del que manda, o sea, Alberto González. El presidente es otro puesto ahí. No había otro que quisiera y los pocos que pasaron por el cargo se fueron en la primera ocasión.
Que las relaciones entre el Oviedo y el Sporting están rotas desde el ‘caso Jairo’ lo sabe hasta el que asó la anteca. Lo mismo que no son bienvenidos en El Molinón. Harán bien, como anuncian, en ir a la grada el próximo domingo. Y si quedan en casa, mejor. Estarán más calentintos y no tendrán que echar la culpa al salitre y a la humedad de los resfriados que puedan coger la próxima semana.
Dice la nota que este tipo de informaciones no ayuda a climas de cordialidad entre ambos clubes. Sólo falta que los dirigentes del Oviedo responsabilicen a los medios informativos de sus desatinos y malas relaciones con otras entidades, lo mismo que culpar al Principado del retraso en el pago de un dinero que ingresaron en setiembre. ¿Dónde está ese dinero? Me cuenta un colega oviedista que en un fondo de inversión a plazo. Espero una nota pública que lo aclare.
Mejor que nadar en un mar de insensateces, los señores del Oviedo deberían preocuparse por los problemas que tienen en su casa. Quizá no sepan que sus jugadores estarían dispuestos a perder el domingo en El Molinón sin con una derrota echan a Carrasco. En las redacciones de sus medios amigos se conoce esta circunstancia, pero tal vez lo pasen bien con las retóricas del técnico para llenar su papel y divertir a sus lectores, oyentes y telespectadores. Si les digo la versad, el futuro de Carrasco ni me va ni me viene. Pero mejor que paguen lo que deben.
Mientras no lo hagan, están calificados de morosos. Vamos, lo que popularmente se conoce como pufistas. Y sus reacciones son propias del Club de la Comedia, sin concienciarse en qué categorñía está su equipo y la propyección que tiene en la región. Por mi parte, que el Oviedo los guarde muchos años en sus cargos. La Tercera de Asturias se lo agradecerá. Y a ver si solicitan que al Libro Guinnes que declaren al Carlos Tartiere el mejor campo de Tercera de todo el mundo. ¡Vayan con Dios, hermanos!