Volvió Quini. Es la noticia más alegre de la semana. El Brujo fue del Hospital Central, nada más tener el alta, a Mareo. Las instalaciones rojiblancas sufrieron una mutación total. El silencio se transformó en alegría. La que transmite el mítico ex goleador rojiblanco.

Con Quini cambió el ambiente de tristeza que produjo la derrota de Elche, a la que se le buscaron demasiadas excusas. Preciado va a hacer una rectificación. Jugará con un centro del campo en rombo, en el que meterá a Míchel en el vértice ofensivo. A priori, creo que es una equivocación. El lenense siempre fue central o medio defensivo, pero nunca jugó de organizador, ni de media punta atacante. Es más, no tiene condiciones para ello. Espero que el sábado, a eso de las ocho y media, no tengamos que lamentarlo.

Los inventos tienen sus pros y sus contras. Si el resultado es bueno, se da como acertado. Si es malo, a aguantar la vela. Pero, por mucho cambio al rombo, el problema del Sporting está en el centro del campo cuando se juega en casa, porque nadie tiene capacidad para ordenar. Tanto Matabuena como Míchel son de empuje. El único que puede dar sentido y orden es Andreu, pero parece que dejó de agradar a Emilio de Dios. Sospecho que no se le va a mantener la oferta de renovación, aunque las decisiones del Sporting no las toma el cuadro técnico. Su misión son las propuestas. Los fichajes los hace o ratifica el Consejo. Con las renovaciones pasa lo mismo. Son las consecuencias de los problemas domésticos entre técnicos y con las cabezas visibles de la planta noble. Al final, no pasa nada.

Por cierto, el sábado viene Rodado. No me olvidaba del trencilla más polémico de Segunda División, categoría en al que cumple su octava temporada. Resulta increíble que Sánchez Arminio y sus más directos colaboradores quieran tan poco al arbitraje. La última vez que Rodado estuvo en El Molinón fue un casero poco decente. Lo mismo pasó el año pasado en Jerez. Y no digamos en Eibar. De todas formas, su actitud es similar a la de un petardo buscapiés. Nunca sabes por donde va a salir.

La presencia de Quini fue la alegría de la semana. Esperamos una segunda alegría el sábado por la tarde. No es otra que una victoria sobre el Xerez.

PD: Barral aclaró que los cuernos del martes eran una broma para mi queridísimo Joaquín Bilbao. Con tanta seriedad como la hizo enojó al mismísimo fotógrafo. Mejor dejarlo en agua de borrajas y el sábado que le gaste bromas al portero del Jerez. Si es con goles se las aplaudiré. No me importará si desea adornarlos con cuernos.