El Sporting jugará el sábado en Albacete con la necesidad de ganar. Haber perdido la renta del primer tercio de la competición obliga a ahora a verse presionado para sumar tres puntos. Con la Real dos puntos por encima, pese a que tiene que jugar en Gijón, y el Elche igualado, con ventaja ilicitana en el coeficiente particular, no hay más solución que mantenerse en el paquete de cabeza rozando, en el peor de los casos, la tercera plaza.

La presión no gusta a nadie, pero las cosas son como son. El Albacete está en un momento delicado y tiene muchos problemas. El Sporting tiene que ser superior. A priori, un empate no sirve. No es suficiente, aunque Boskov decía que es mejor empatar que perder. Son frases que quedaron para la posteridad, pero sin una aplicación coherente que darle en estos tiempos.

La asignatura pendiente del Sporting sigue siendo El Molinón, donde Preciado no acaba de acertar a dar a la tecla precisa, para dotar al equipo de la debida consistencia. El triunfo sobre el Xerez no debe cegarnos de los problemas que tiene el equipo en casa, así como de las virtudes que muestra con discreción y que se le pueden aprovechar mejor.

Después del Albacete, vendrán a El Molinón de forma consecutiva el Numancia y el Hércules. Más tarde, tras la invasión rojiblanca a Ferrol, le tocará a la Real Sociedad pasar por Gijón. Va a ser el sábado de Gloria. Será un mes clave para medir las aspiraciones de los rojiblancos. Si se amarran los puntos de casa, la Primera está más cerca, pero me parece que Preciado es de los que espera darnos más emoción y suspense, aunque no porque las cosas fáciles no le agraden. El míster es el primero que desea celebrar un final feliz.

De momento, en Albacete no estará Matabuena y creo que tampoco Míchel. Barral, sí. Ni existe la rotura fibrilar que sospechó Maestro, ni la molestia que justificara la parafernalia que hizo para abandonar el campo el sábado. El gaditano tenía gana de que lo aplaudieran en solitario. Cosas de Barral.

El dilema del míster para Albacete está en acertar con el centro del campo, al que aspiran jugadores inactivos, caso de Landeira, o que salen de lesiones, como Andreu o De Lucas, así como de Iván Hernández, que tuvo más actividad tras haber perdido la titularidad, después de una lesión.

De todas formas, al margen de la confección de la alineación, Preciado sabe que en Albacete hace falta ganar. En eso estamos de acuerdo. Es el objetivo principal para luego asegurar el ascenso en casa. Ese es el camino, porque la decisión la tendrá El Molinón.

PD.: Carrasco dice que escuchó música en Pola de Siero. Lógico. Cantó su portero. Si Aulestia decide ir a Eurovisión, le prometo mi voto.