Cuando está a punto de ponerse en marcha una extraña remodelación en El Molinón, acaba de descubrirse que hay estructuras en el hormigón que precisan un tratamiento especial. Parece que fue necesaria la presencia de una empresa con sede en Madrid para descubrir lo que se sabe en Gijón desde hace bastante tiempo.
EL COMERCIO publicó un reportaje en el año 2000, en el que Alejo Caso, mayordomo del campo municipal, nos enseñó las deficiencias que había en los pilares y en las vigas, con la estructura metálica al descubierto y el óxido bien visible. En su momento ya se advirtió del peligro de la instalación. Las fotos lo dicen todo.
La obra que está a punto de ponerse en marcha es una aberración y un despilfarro. Va a hipotecarse el uso de El Molinón con establecimientos hosteleros y un supermercado en el exterior. Ese es el único objetivo. Para la remodelación que de verdad se necesita, el importe destinado no alcanza ni para la mitad. Vamos a seguir con un campo antiguo y obsoleto, al que se le va a lavar la imagen externa. Por dentro parece que sólo se precisa arreglar los vestuarios, cuando se ve que las gradas están viejas, los palcos dan pena, no hay infraestructuras para las televisiones, las cabinas de radio están en una especie de palomar con unas condiciones irracionales, una instalación eléctrica que el día menos pensado va a dejarnos sin luz, una grada Norte cuyo recrecido tiene aire de quimera y un largo etcétera. Pero sí está pensada una piscina de alto standing. ¡Genial! Sólo falta que también incluyan en el proyecto un campo de golf.
Lo dicho, que los que empezaron a descubrir ahora los males de El Molinón llevan ocho años de retraso. Vean las fotos, que sirve como una simple prueba, realizadas el 13 de octubre de 2000. Y en ese paquete incluyo, por supuesto, a los ediles gijoneses, que serán recordados para la posteridad, cuando dentro de un tiempo se vea lo caro que resulta lavar sólo la imagen exterior. Lo de dentro lo sufrirán los usuarios. O sea, los sportinguistas de uso habitual, no los invitados ocasionales.
Y, por cierto, con lo que está previsto remodelar, la Real Federación Española de Fútbol no tiene pensado incluir un campo en estas condiciones para partidos internacionales. Ni aunque Vega-Arango esté dentro del organismo federativo. Tal vez si los ganan consiguen que marche Villar y que se ponga uno de la cuerda de los que mandan, alguna migaja de amistoso de muy poca monta podría caer.
Lo que nadie me puede quitar de la cabeza es que a los ideólogos y protectores de lo que se va a hacer en El Molinón, llamado remodelación, les importa un rábano el Sporting y todo lo que mueve y significa.