Barral tampoco estará ante el Numancia. Una semana más la duda pasó a ser baja. Se suma a la de Diego Castro. Esta vez, la exclusión de ambos no es para correr riesgos, sino que no pueden. Pero hay otros que tienen raza y que van a dar el do de pecho para romper varios gafes. Uno, la vitola de invicto que tiene el conjunto soriano fuera de El Molinón. Otro, ganar en casa con la presencia de Canal + y erradicar el 0-1 de la superstición más reciente. Con eso, basta.

El Numancia que nos visita es un equipo sin nombres de relevancia, con algunos descartes de Primera que en su momento quiso el Sporting, como es el caso de Carmelo, cedido por el Levante. Suerte que tuvo el canario, que en Soria cobra puntualmente. Pero el caso es que, sin nombres de relevancia, este Numancia aventaja en doce puntos al Sporting y Real Sociedad y no conoce la derrota fuera de casa. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

El Sporting necesita ganar. Y puede hacerlo perfectamente. A ver si Preciado acierta. Por el último ensayo, Matabuena va a quedarse en el banquillo y Pedro será utilizado por la izquierda, con Luis Morán por la derecha. La razón dependerá de si entra el balón. Los chavales están fuertes y bien alimentados, con una unión importante en el vestuario. Se vio en la cena del jueves, con un clima fenomenal de camaradería. El encuentro se podía haber adelantado en uno o dos días, pero las saldas también son buenas si el balón entra. Y eso se consigue con una buena disciplina.

Ahora lo prioritario es ganar al Numancia en un campo que va a convertirse en Museo. El Molinón será como el Guggenheim, según dicen los promotores de la obra que va a ponerse en marcha, sin sonrojarse por el ejemplo. Y todo ello con el correspondiente permiso de nuestro querido ayuntamiento y por el módico precio de ocho millones de euros. La semana que viene les contaré algunas incongruencias de los proyectos, que son dignas de arquitectos de Lepe. Lo que ahora preocupa únicamente es que hay que ganar al Numancia, para seguir en ascenso a falta de otras quince jornadas. Esta primera misión es posible.