Es difícil que en el mundo del fútbol, puedan suceder cosas que causen sorpresa, por muy insólitas que parezcan. Ahora, las tan cacareadas primas de la Real o de Badiola ya son admitidas de forma oficial.

En el vestuario del Tenerife hubo un lío tremendo porque los 18 citados querían el premio para ellos y no para los que quedaban fuera de la lista. Incluso se asume que había un premio extra por el ascenso de la Real, para lo que el equipo donostiarra tenía que ganar en el Heliodoro. En algunos foros guipuzcoanos se hablan barbaridades del periodista local Mauri Idiákez, porque parece haber dicho en su programa de radio local que los partidos de la Real contra el Tenerife y la Unión Deportiva Salamanca ya estaban arreglados. El mismo Lillo se queja del trato diferente que se les da a las ‘primas por abajo’, que sólo se mira a la Real y no a las otras que hay.

Pobre Lillo. ¡Qué trato más discriminatorio! ¡Cuán cruel es el fútbol! Mira que sólo ver las primas de la Real, aunque sea por comprar partidos, y no nos enteramos o no nos queremos enterar de lo que pueda pasar con el Poli Ejido, el Córdoba o el Alavés, por poner tres ejemplos, aunque debe haber muchos más. No hay con quien tratar. Sólo los vestuarios de los equipos que juegan contra el Sporting y el Málaga se van del pico. ¡Chivatos! Los demás vestuarios son discretos, como tienen que ser. Y ahora el Sporting y el Málaga se lo cascan a la Federación, en lugar de pedirle que amplíe a cuatro el número de ascensos. Está claro que estos van a por el pobre Badiola. ¡Envidia puñetera! Este insigne empresario, nacido en Avilés y asentado en San Esteban del Mar, pero donostiarra a todos los efectos, tiene el dinero del Domund, aquel que antes dábamos para los chinitos. Vega-Arango o Fernando Sanz no tuvieron esa sagacidad y les quita protagonismo. Por eso usan las malas artes de avisar a Villar, por una simple compra de partidos. ¡A dónde vamos a llegar! Mira estos chicos de Preciado, que sólo se les ocurre ganar por sus méritos en el campo, como hicieron, por ejemplo, en San Sebastián, en el espectacular campo de Anoeta. ¿No es más fácil dar una prima china y no tener que correr tanto? ¿Para qué darle tanto trabajo a Gerado Ruiz? Es más práctico el método de don Iñaki. ¿Quien lo duda?

Me cuentan que a Lillo van a incorporarlo al libro de los colmos, por sus quejas. El tolosarra tiene claro que sus lamentos están encaminados a tocar alguna sensibilidad que le pueda dar los puntos que su equipo no es capaz de ganar en el terreno de juego.

En el caso del Sporting, al margen de estas anécdotas que sirven de pasatiempos, el punto de mira está en la visita del Salamanca. Si en el terreno de juego se mantiene el tono de los últimos partidos, con El Molinón a reventar, difícilmente se escapará algún punto. El conjunto charro juega bien al fútbol, lo que es un factor favorable para el Sporting, al menos en teoría. Mejor de los que vienen a cerrarse. La receta es concentración, agresividad y hacer lo que se sabe. Ni más, ni menos. Si los tres puntos se quedan en casa, me encantará escuchar a Lillo después del partido y, sobre todo, si se cumplen las profecías del bueno de Mauri Idiákez. En dos semanas lo sabremos. Pero, lo dicho, que hay que ganar al Salamanca, objetivo en el que deben centrarse todos los esfuerzos. Lo demás es mejor tomarlo con buen humor.