El Sporting no jugó bien. Le faltó decisión para disparar a la portería de Alberto y no tuvo ideas de organización. Le pesó la presión ambiental y, sobre todo, un rival bien ordenado.

El árbitro no estuvo mal, pero influyó en el partido. El gol de Kike Mateo estuvo mal anulado. Era legal. Hubiera cambiado el signo del partido. Mi compañero y amigo Cadavieco ya lo vio en el momento, aunque luego las imágenes le ratificaron su razón.

Hoy en San Sebastián no hay quejas de sus árbitros. El caserísimo Hevia Obras pito dos penaltis para los donostiarras. Parece que el que encauzó su victoria no fue. En fin, que hay que ganar en Vitoria, porque la Real ya sabemos que al Tenerife y al Salamanca va a ganarlos.

Por cierto, me dicen los colegas de Salamanca que los jugadores del equipo charro reconocieron la prima de los 90.000 euros. El único pardillo que no se enteró fue el entrenaeor. A ver si queda fuera del reparto. Si fuera mentira, Badiola debería presentar una demanda. No va a hacerlo. El próximo domingo, el Alavés, que se juega el descenso, va a estar primado hasta las cejas.

Nosotros, a lo nuestro, pero hay que jugar mejor. Faltará Míchel y volverá Matabuena. No pasa nada.

Por cierto, fenomenal el tifo de los Ultras en la dedicatoria al centenario de El Molinón. En al Ayuntamiento y en el Sporting todavía no saben que el martes se cumplen 100 años. Ultra Boys está más en lo que es el Sporting queneustra querida casa consistorial.

PD.: El Alavés hará público mañana los precios del domingo. Lo de 70 euros es un bulo. Me sorprendería que fueran más de 30, pero en el fútbol todo es posible.