Se supone que las leyes están para legislar, no para perjudicar al ciudadano, aunque en ocasiones no puede llover a gusto de todos. La que corresponde a cuestiones electorales en España permite causar perjuicios a determinadas personas. Es el caso que puede sufrir el Sporting el próximo domingo. Digo que puede sufrir, porque no se da por cerrado que exista alguna salida que permita a Roberto defender la portería rojiblanca el domingo ante el Hércules, en El Molinón.

En principio, está previsto que Roberto pase la jornada dominical en Chantada, sentado en una mesa electoral, sin poder hacer su trabajo primordial, que es estar disponible en los partidos oficiales del Sporting. Le tocó por sorteo. La Ley que regula estas situaciones no contempla que haya ciudadanos que trabajen los domingos. Además, para eso ‘compensan’ la jornada con 50 euros. Las resoluciones en caso de reclamación queda pendiente de que lo decida una junta electoral, que no se sabe por quien está compuesta, ni qué criterios tienen para aplicar las normas. A veces, es el caso, lo hacen caprichosamente. Al menos llamo así a los que tienen mentalidad de piñón fijo. Por eso en unas circunscripciones se aceptan los argumentos como el de Roberto, donde hay coherencia y flexibilidad, y en otras, como la de Chantada, no se considera ‘causa justificada’. ¿Qué habrá que hacer para que en Chantada entiendan lo que es una justificación? A lo mejor piensan que el partido es de tertulias o de solteros contra casados.

En el caso de Roberto, el suplente de la mesa electoral está de acuerdo en hacer la función ciudadana del guardameta. Incluso hay vecinos de Chantada que ocuparían su lugar voluntariamente, para que pueda estar en disposición de jugar ante el Hércules. Sin embargo, la junta exigirá al portero rojiblanco estar a las ocho de la mañana en su pueblo. Luego, ya se verá. Eso, evidentemente, no es una solución, porque al ser el partido en horario matinal, en el mejor de los casos llegaría a la hora del inicio del encuentro, tras un viaje de tres horas abundantes y sin la concentración precisa para jugar o estar en el banquillo.

No es que la presencia de Roberto asegure que el Sporting vaya a mantener la portería a cero, pero es el portero titular, un puesto muy específico. Aunque ahí está Sergio Sánchez, que tiene unas cualidades reconocidas, el habitual lo es por algo.

Con tanta gente inscrita en el paro y con necesidad de ganar 50 euros, parece complicado de entender que se cause un perjuicio a personas que tienen jornada laboral en domingo. Claro que estas cosas no entran en los debates.

El consejo de administración del Sporting rehuye cualquier tipo de conflicto con la administración pública. Por eso no quiere tocar todas las teclas habidas y por haber para encontrar una solución lógica a este caso, aunque en la administración pública poco interés tienen por el Sporting. O sea, que no hay contrapartida. A esto lo llamo quijotismo, como callarse ante chapuza que se va a hacer en El Molinón.

En este caso, me pregunto qué pasaría si le toca a Casillas o a Víctor Valdés. Me imaigno que lo mimso que le ocurriría al presidente de Telefónica. España es así.