Gracias al vuelo chárter fletado por el Sporting, el desplazamiento a Mallorca fue de los más cortos con el regreso inmediato después del partido. Acabo de llegar cuando ya pasada la medianoche y hago un balance.
El viaje fue de placer. Para quien le guste el fútbol, haber visto al Sporting en Son Moix, o, si lo prefieren, Ono Estadi, fue deleitarse. Es posible que antes del partido, el empate se valorase como un buen resultado, pero luego el 0-2 supo a poco. Pese al penalti que lanzó Webó y que marcó bien un extraordinario Cuéllar.
El Sporting hizo un partido muy completo, tácticamente muy disciplinado y con mucha concentración defensiva. Son datos que sirven para ganar un partido. El trabajo de Matabuena y Diego Camacho volvió a ser efectivo, las exquisiteces de Diego Castro valen un partido y no menos las de Carmelo, sin que la rapidez de Luis Morán pueda quedar fuera. El luanquín estuvo fenomenal en la pared del primer gol. Los laterales estuvieron impresionantes. Sastre mandó en su casa y creo que Canella hizo su mejor partido desde que está en el Sporting. Me asombró Neru, con aplomo y anticipación. Y Gerard, que aportó tranquilidad y practicidad. Bilic hizo un magnífico trabajo. Qué pena el disparo al larguero. Es el segundo en dos semanas.
Creo que hubo un penalti a Bilic y me parece dudoso el de Cuéllar. Al ganar, se notan menos estas cosas.
Lo dicho, que fue un placer hacer este viaje. Y los aficionados, del chárter, los que salen en la foto, tuvieron un regreso feliz. Hoy hay motivos para estar todos felices.