Llega el Cádiz a El Molinón con unas estadísticas propias para confiarse. El tercer clasificado, el Sporting, más asentado en la categoría, recibe al 17 de la clasificación, que sólo lleva ocho goles marcados, uno menos que Barral solo. Fuera de casa tuvo un afortunado triunfo en el campo del Albacete y un empate en Vitoria, también con bastante fortuna.
El pasado domingo, el Plus dio el encuentro de los cadistas en horario nocturno, por la ausencia del fútbol de Primera. El equipo de Calderón, sustituto de García Remón, no nos descubrió nada, pese a tener en su equipo jugadores de la talla de un tal Lucas Lobos, una de las figuras de Segunda; Gustavo López, ex internacional en su última carrera, y Gastón Casas, eterno goleador que desde que dejó el Betis, donde no triunfó, deja a medias las muestras de su gran calidad. Eso, entre otros, y sin olvidar que a Gijón no viene don Gustavo, lesionado, ni Diego Rivas, sancionado, de quien hablan maravillas en la Tacita de plata. Los juristas gaditanos forzaron el recurso hasta el último momento, sin éxito.
El temor es que el domingo les salgan a todos, a la vez, las cosas excelentes que tienen en su fútbol y nos hagan la pascua. De todas formas, el Sporting sólo tiene como asignatura pendiente El Molinón. Está claro que falta acierto y que los puntos cedidos podían haberse evitado. El Elche y el Racing de Ferrol tuvieron la suerte que tal vez los rojiblancos encontraron en algunos encuentros fuera de casa. El Celta tampoco dejó sello de ser mejor y el Málaga tampoco mereció tanto premio. Pero la realidad es la que es y de nada vale lamentarse de lo que pudo ser y no fue.
Los ascensos se ganan fuera y se pierden en casa. De momento, el Sporting lo está ganando fuera y lo está poniendo en peligro en El Molinón. El domingo, la presión ambiental tiene que ser un factor fundamental. Es necesario recuperar el ‘síndrome Numancia’, que tan buen resultado dio en aquel afamado partido que fue el punto de inflexión para luchar por un ascenso que sólo se acarició. Este año parece que las cosas son diferentes, pero el del domingo, atención, porque es un partido trampa. Y ganarlo es importantísimo en el cierre del primer tercio liguero.
Por cierto, un ex rojiblanco debutará con el Cádiz en El Molinón. Es Ángel Alcázar, aquel madrileño, lateral principalmente, que llegó del Cacereño, escondido por Aranguren con el segundo apellido, Gutiérrez, por si era un pufo. Estuvo cinco años, cumplió decorosamente y se fue porque el Rayo le dio más dinero cuando quedaba libre. Dejó buena estela ocmo jugador y mejor como persona. Será un placer saludarlo.
PD1.: Esta noche se entrega el ‘Gesto sportinguista’ al Athletic de Bilbao. La representación anunciada son dos ex jugadores. Se esperaba más de un club tan señor. La designación, dos años después del famoso partido, viene a destiempo. Como los representantes enviados.
PD2.: El sábado se celebra el ‘Molinón de plata’ sin trofeo. Es la fiesta más atípica y controvertida por la postura inconsecuente del señor Congo, reserva en Huelva, donde apenas va citado. Es lo que quería, pero no por eso va a chafarse la fiesta de las peñas, que deberá tener prolongación el domingo, ante el Cádiz. En principio, el árbitro es de los buenos. Ya veremos después.