El triunfo del Sporting sobre el Cádiz significó el regreso de los goles rojiblancos a El Molinón, recuperar la senda de las victorias y meterse en el segundo puesto. Ganar en esta categoría es difícil. El dato está en que de los seis primeros, sólo el Sporting sumó tres puntos.

No por haber ganado al Cádiz, el mejor equipo que pasó esta temporada por El Molinón, sin ningún género de dudas, hay que quitar la venda de los ojos. El partido tuvo muchas cosas extrañas. Algunas fueron anómalas. La actuación de los dos centrales, que eran el centro de los elogios en la afición rojiblanca, no fue lógica. Los dos pivotes, a quienes se echó de menos en el partido contra el Celta, tampoco estuvieron a la altura de las circunstancias. Menos mal que Kike Mateo tuvo una de sus tardes y no se sumó al desconcierto, Barral fue un rompedor, pese a que se haya quedado sin el premio de su gol, y Diego Castro hizo algunas de las suyas habituales, pese a que al final le traicionaron los nervios por la provocación de Gastón Casas. ¿Qué hacía el argentino de lateral derecho en el tiempo de descuento?

Ahora es tiempo de celebrar el triunfo y saborear la clasificación, pero sin confianzas y sin olvidarse de los defectos, que fueron muchos y graves, aunque, afortunadamente, la puntería del Cádiz no fue la misma del Sporting, sin dejar en el olvido que, en esta ocasión, algunas decisiones arbitrales fueron favorables, aunque no tantas como quisieron ver los señores del Cádiz. Pina pudo haber sido expulsado en dos ocasiones, por entrar a un contrario con demasiadas revoluciones, y el tercer gol pudo haber sido anulado, por juego peligroso de Diego Castro. La repetición del penalti tampoco es muy frecuente, salvo en los casos en los que por el campo pulule un tal Rodado.

En Motril faltarán Gerard y Diego Castro. Los que salgan, probablemente Jorge y Luis Morán o Pedro, no son cofnormistas y querran demostrar que puede ser titulares. El campo de Motril ya lo conocen. Bueno, lo de campo viene en el anuario de la Liga Profesional.

PD1.: Ver a José Ángel Iríbar, el’Chopo’, en el Gesto Sportinguista fue un placer. Posiblemente, el mejor portero de la historia. Al día siguiente hubo felicitaciones para Congo, por los méritos para ganar el Molinón de plata. ¡Qué falso es el fútbol a veces!

PD2.: En El Molinón hubo 16.000 espectadores. Sólo hubo 800 más en San Sebastián. En el resto, mucho menos. ¡Ah!, que no se me olvide. Me dicen que en el Tartiere había algo más de 4.000. O sea, la cuarta parte. Para que alguien discuta cual es el equipo de Asturias. Quien lo haga será desde Parla. Evidentemente.