Hoy en día sí. Nos podemos divorciar, o separar, sin necesidad de dar un solo paso por ningún Juzgado, haciéndolo directamente ante un notario. No obstante, esto no es posible en todos los casos y, a su vez, conlleva unos trámites que son imprescindibles. Analicemos estos extremos.
¿En qué casos es posible un divorcio o una separación ante notario? Esta opción solo existe si la separación o el divorcio se plantea una vez transcurridos tres meses desde la celebración del matrimonio, de mutuo acuerdo por ambos cónyuges y no tienen hijos o tienen hijos mayores de edad o que ya se han emancipado. No pueden hacerlo aquellos matrimonios cuya separación o divorcio se presenta de forma contenciosa o, aun habiendo acuerdo, tienen hijos menores que no se han emancipado o hijos incapacitados judicialmente que dependan de ellos.
¿Qué trámites conlleva este tipo de separaciones y divorcios? Una separación o divorcio ante un notario no implica poder prescindir de la asistencia letrada. Los cónyuges deben contar con un abogado (uno para cada uno o uno para los dos, según decidan) que les asesore en todos los pasos de su ruptura y en los acuerdos que es preciso incluir en el convenio regulador de su divorcio o separación.
Esos acuerdos se trasmiten a la notaría que ambos elijan y se recogen en una escritura pública. Al otorgamiento de la escritura deben acudir los cónyuges de modo personal y su abogado (o abogados en caso de que cada uno tenga el suyo). La escritura también debe estar firmada por los hijos mayores de edad o menores emancipados en relación con las medidas si todavía carecen de ingresos propios y conviven en el domicilio familiar.
Si a la hora de formalizar la escritura el notario observa que algún acuerdo puede ser dañoso o gravemente perjudicial para uno de los cónyuges o para los hijos, tiene que advertírselo a los cónyuges y cerrar el expediente. En este caso, a los cónyuges, si no modifican ese extremo y desean mantenerlo, solo les queda la vía judicial para la aprobación por el juez de su propuesta de convenio regulador.
¿Qué ventajas tiene este sistema? Sin duda la rapidez y la comodidad. A nadie le suele gustar acudir al Juzgado para ningún trámite. El inconveniente es que suele resultar más caro acudir a una notaría. Un divorcio o separación por este sistema conlleva hacer frente a la factura de notario y abogado. No a la de procurador que sí es necesario en vía judicial pero aun así suele ser menos económica la vía notarial.
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