A todos nos ha pasado. Tocan al timbre de la puerta de nuestra casa, abrimos y nos encontramos con un comercial de cualquier tipo de empresa intentando vendernos algo. Es habitual que la oferta sea en relación con la energía eléctrica, el gas o la telefonía móvil e Internet pero también puede tratarse de cualquier otro producto (en una experiencia personal nos ofrecieron incluso un líquido especial para limpiar ordenadores blancos).
Es posible que se trate de un comercial real de una empresa real y es posible que no. Y aún siendo un comercial real de una empresa real, es posible que no nos esté contando toda la verdad con la finalidad de conseguir un cliente más. Por este motivo hay que tener en cuenta varios consejos importantes para no dejarnos engañar:
1.- La persona que requiere nuestra atención debe estar correctamente identificada como representante de la empresa para la que dice trabajar. Es muy importante que nos muestre dicha identificación.
2.- No es recomendable en absoluto dejarle entrar al interior de nuestra casa por muy “aparentemente” fiable que nos resulte. No le conocemos e incluso la identificación anterior puede no ser cierta. Además somos más vulnerables a aceptar cualquier oferta que finalmente puede no interesarnos. En los peores casos puede tratarse de alguien que tan solo le interese acceder a nuestra casa para observar el interior con cualquier otro fin, digamos, no precisamente legal.
3.- No se debe firmar ningún contrato a ningún comercial en la puerta de nuestra casa sin antes contrastar con la compañía varios extremos: que la persona que nos lo ofrece es realmente trabajador de esa empresa, que la empresa cuenta con la oferta que se nos está comunicando en esos mismos términos y que efectivamente ha remitido comerciales a nuestra zona con la misma siendo válido el contrato firmado con ellos. Aún así nuestro consejo es acudir a la empresa correspondiente de forma directa para la firma de cualquier contrato tras habernos leído y comprendido todas las cláusulas del mismo o, en su caso, aclarar todas las dudas que tengamos.
4.- No se debe pagar ningún dinero a quien acuda sin más a nuestra casa sin previo requerimiento por nuestra parte o previo acuerdo con la compañía autorizada para realizar cualquier actuación: una revisión, un cambio de tarifa, un cambio de compañía suministradora…
5.- En caso de que comprobemos que ha existido una conducta irregular o que puede ser constitutiva de estafa o, finalmente, pese a los consejos, hemos sido víctimas de una, no debemos dudar en denunciar. Nuestro caso puede destapar a quien actúa incorrectamente y servir de ayuda para que nos le ocurra a otros.